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Acueducto histórico usado como Puente peatonal sobre el Arroyo de Antequina.

Su función era la de salvar la Cacera Norte el Arroyo de Antequina.
Su nombre le viene de la sustitución que se hizo por este acueducto del antiguo Puente de la Teja, cercano a la Fuente de la Teja de la que aún quedan restos.

Las obras de la Cacera Norte realizada a partir de 1879 obligaron a construir varios acueductos. Este es obra de José Pérez y Sanjuán que presentó dos proyectos, se trataba, como el propio autor define; “el primero de ellos y más ambicioso como un Acue-Viaducto de cuatro arcos”. Como segundo proyecto se presenta el que al final se construiría; un viaducto con dos arcos atravesado por una tubería de hierro por donde circularía el agua.

Construido en ladrillo visto como todos los acueductos de la Casa de Campo y con alguna similitud al Acueducto de Valdeza del mismo autor. De poca anchura posee dos arcos de medio punto con tajamares de granito en el centro. Nunca tuvo pretiles o algún elemento protector, al no haber sido diseñado como puente.

Hoy paradójicamente, al no utilizarse la cacera ni existir tubo, se usa de puente peatonal.

Al cruzarlo se observa que no es un puente al uso, ya que no tiene pasamanos ni los tuvo nunca. Su situación fuera de los senderos más concurridos le confieren, al descubrirlo, un encanto entre el abandono y lo inexplicable de su estrecha construcción.

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