Con este nombre recuperamos un topónimo que lo compartía el Puente de los Siete Hermanos.

Sirve para cruzar el Arroyo de los Meaques y está por debajo del Puente de los Fresnos y por encima del Puente de los Siete Hermanos.

Su nombre procede del Arroyo del Robledal que venía desde lo que hoy es la calle del Dante y que desembocaba en el Arroyo de los Meaques en este mismo lugar donde hoy está el puente.

Su construcción es moderna consecuencia de la instalación en 1969 del Parque de Atracciones. Existe otro de similares características en el mismo Camino del Robledal; el Puente de los Fresnos y en otros arroyos como el de Vallipuente.

Su construcción es de gran sencillez dotados de un solo ojo circular, arco de medio punto, realizado con un encofrado perdido de fibrocemento. Todo el puente se haya recubierto con piedra de granito de factura muy basta, incluso las albardillas.

Por este puente aún circulan coches, en un sentido, que proceden de la Camino de la Viña para acceder al Teleférico, al Parque de Atracciones, Venta de El Batán o salir a la calle Villamanín y paseo de Extremadura.

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