CAPÍTULO V

Amor y venganza

Si algún día visitáis el Palacio Real, elevar la vista en el Patio de Armas hacia la fachada principal y a los lados del reloj veréis cuatro estatuas; recordar lo que vamos a contaros.

Nadie más os lo contará, a pesar de tratarse de unos hechos documentados e históricos.

Durante el reinado de Fernando VI, este silencioso monarca, tuvo bien claras sus intenciones de reivindicar a aquellas personas a las que amaba y por el contrario vengarse, a su manera, de aquellas que en su niñez tanto daño le habían provocado.

Y así Fernando VI ya como Rey, lo primero que hizo es recluir a su madrastra –Isabel de Farnesio– en el Palacio de La Granja del que no la dejará salir.

No se os olvide que las obras del Palacio Real transcurrieron principalmente durante el reinado de Fernando VI y a su muerte el palacio ya estaba para habitarlo Carlos III.

Como encargado de la obras del Palacio, Fernando V se reunió con fray Martín Sarmiento para manifestarle su deseo de que la estatua de su madre María Luisa Gabriela de Saboya presidiera la entrada principal del Medio Día del Palacio Real. Un hecho insólito ya que su madre había muerto treinta años antes y nada tuvo que ver con el nuevo Palacio y cuyo lugar en el pedestal le correspondía a Isabel de Farnesio.

Junto a su madre pone a su querida esposa y reina en esos momentos Bárbara de Braganza y para completar el cuadro pone a su derecha a su padre Felipe V. Todo en un claro desprecio hacia Isabel de Farnesio «la Reina Madre» que aún vivía.

Este es el motivo por el qué al empezar su reinado Carlos III (1759), una vez muerto Fernando VI, Isabel de Farnesio manda a su hijo que quite las estatuas, amparada en un sueño en el cual las esculturas se caían de sus pedestales, matando al monarca. Estaba reciente el recuerdo del terremoto de Portugal de 1755.

La realidad fue que Isabel de Farnesio hizo lo que estuvo a su alcance para deshacer el agravio que Fernando VI le había infringido.

Ahora sabéis el motivo de esas cuatro estatuas que nadie os contará.

Antes de 1970 las estatuas no estaban en su sitio

En el proyecto original las cornisa de este gran edificio iba a estar decorada por 108 esculturas de gran tamaño, representando a los monarcas de los diferentes reinos relacionados con la monarquía española: América, Portugal, Castilla, Aragón, Galicia, Navarra y a los distintos Reyes de España

Las 4 estatuas del Ático de la Fachada Principales que ahora están sobre sus bases originales fueron repuesta en su sitio en el año 1970. 

La estatua de Fernando VI que ahora contemplamos es moderna, el original fue destruido y por tanto no pertenece al grupo de las esculpidas en el siglo XVIII por Doménico Olivieri y Felipe de Castro. La estatua es una copia de la que está en San Fernando de Henares.

Gracias a estas manías de Fernando VI sabemos quién mandó edificar o puso nombres a ciertos lugares.

Por ejemplo:

¿Si la en la Puerta Principal o del Río estaban las figuras de Fernando VI y Bárbara de Braganza?

¿Quién mandó construir esa puerta?

Fácil…

CAPÍTULO VI

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