CAPÍTULO VI

LOS TRES HERMANOS

En anteriores capítulos vimos como Felipe II de la dinastía de los Austrias compraba la Casa de Campo de Madrid y Fernando VI de la dinastía de los Borbones la ampliaba para hacer un Real Bosque donde la principal actividad fuera la caza.

Y si Felipe II en los 37 años de disfrute de la finca dota a la Casa de Campo de todo lo necesario para ser el Jardín de Palacio. Fernando VI hace lo propio en los 35 años en que la Casa de Campo es suya, para que tenga el tamaño necesario para ser un buen sitio de caza.

Esto es la teoría en la práctica ni a Fernando VI ni a Carlos III la Casa de Campo le sirvieron para satisfacer sus deseos de cazadores. No hay noticias de partidas de caza importantes en la finca, Fernando VI cuando accede al trono en 1746 siente más predilección por otro lugar como Aranjuez. Ya veremos más adelante que como cazadero es otro monarca, Alfonso XIII, el que más partida saca a la Casa de Campo.

Lo que hemos dicho para Fernando se puede decir para Carlos, no tenemos constancia de ninguna cacería del monarca en la Casa de Campo, incluso se dice que Carlos III apenas estuvo dos o tres veces en la finca. El Pardo, un lugar cercano era mucho mejor cazadero por la variedad de especies y por la tradición real que encerraba.

Ninguno de los monarcas pasaron unas “Jornadas” en la Casa de Campo, frente a lugares como El Pardo, Valsaín o Aranjuez. Pero esto tiene una explicación, la Casa de Campo no necesitaba de grandes desplazamientos de personal al servicio del Rey, por lo que su estancia en ella pasaba por simples paseos o visitas, se cazara o no.

LUIS – FERNANDO y CARLOS los tres hermanos

A Luis solo hay que atribuirle la generosidad de regalar la Casa de Campo a su hermano Fernando con lo que ello supuso.

FERNANDO Y CARLOS

FRENTE A FRENTE en un hipotético duelo por su influencia en la Casa de Campo.

La Casa de Campo que el joven Fernando recibe de su hermano Luis es un pequeño terreno de 380 fanegas lo que equivalía a 1.129.590 metros2. A su muerte la finca tiene 4.236 fanegas lo que son 14.499.828 metros2. Multiplica la finca por más de 12.

Cuando Carlos III llega a España tras la muerte de su hermano Fernando, como nuevo rey, en 1759 se encuentra la Casa de Campo ya configurada y lista para ser utilizada como cazadero. Carlos no agranda la finca. Se le atribuyen 112 fanegas, pero hay que decir que esas tierras ya estaban incluidas en la Casa de Campo y sólo se trataba de formalizar las escrituras.

Fernando tapia la Casa de Campo.

Carlos acaba y corrige la tapia que su hermano había comenzado.

En construcciones Fernando se preocupa de las Casas de Empleados, de poner Puertas, como las del Río, la del Ángel o la de la Venta. Manda construir varios puentes como el del Álamo Negro, Cobatillas y el de las Charcas. Todo bajo la mirada de dos de los mejores arquitectos de la época: Saqueti y Manuel de Molina.

Yo, dice Carlos II, di ordenes de construir dos capilla en la finca, un cementerio y poner en su sitio las puertas de la cerca. Con Sabatini a la cabeza se construyó un acueducto y se repararon los puentes, el Palacete y las Faisaneras.



Al final los contendientes se dan la mano, todo se queda entre hermanos

Fernando era dos años y cuatro meses mayor que Carlos, pero sus vidas fueron totalmente diferentes, mientras Fernando murió sumido en la locura a los 46 años y sin descendencia, Carlos lo hizo a 72 años habiendo tenido 13 hijos y su fallecimiento fue natural.

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