Es algo inusual que solo se da en la Casa de Campo, que grandes arquitectos como Sabatini contribuyeran a edificar obras rústicas y de carácter menor. Y lo más sorprendente es que aún conservemos estas obras.

Este acueducto se utilizaba para llevar agua a la Huerta de la Partida. Tuvo que construirse para cruzar un arroyo que se formaba por el rebose de El Lago en la compuerta que distribuía el agua a los Viveros. Este acueducto y sus canales o caceras iban desde El Lago hasta la Huerta de la Partida donde llenaban una alberca o arca de agua.

Es el ejemplo más antiguo de los acueductos que cruzaban la Casa de Campo para distribuir el agua.

Ya se vieron en el yacimiento romano del Valle de la Judía de la Casa de Campo huellas de antiguas canalizaciones desde el Arroyo de los Molinos de Viento que llenaban «piscinas» o aljibes de una villa romana.

Se utilizaba también este acueducto para llenar las cubas de riego. Ya se ve en el original de Sabatini un orificio en el canal de granito para estos usos. Las cubas de riego se utilizaban para llevar agua a los lugares donde era necesario el riego.

El Canalillo o Canal de la Partida como se le llamaba va paradójicamente paralelo al Arroyo de los Meaques y ahí surge una pregunta;

¿Para qué se construyó un acueducto si el Arroyo de los Meaques iba en la misma dirección? 

La Huerta de la Partida en origen era la huerta de la antigua Casa de los Vargas y desde los primeros tiempos la Casa Real la alquilaba a buen precio, ya que tenía asegurada el agua bajo contrato.

Sin embargo, se dieron años en que este alquiler no se pagó debido a que el Arroyo de los Meaques no abastecía de agua a las huertas porque se agotaba antes de llegar a la huerta.

Fue construido en tiempos de Carlos III sobre otro de madera que había construido Manuel de Molina y que estaba derruido. En 1725 los arrendatarios de la Huerta de la Partida se quejan de la falta de agua del Arroyo de los Meaques, debido a que sus aguas se utilizaban para otras necesidades antes de que llegara a la huerta.

El 16 de abril de 1753 Manuel de Molina profesor de la arquitectura y alarife de la villa da el aviso:

“He visto y medido el coste que tendrá reparar la canal elevada de los lagos hasta llegar a la Huerta de la Partida, cuyo arrumbe aconseja que se pongan de nuevas, en el mismo material de madera en todo su trayecto”.

Seguramente que el acueducto se reparó, pero años después ya con Sabatini como arquitecto presenta al rey dos proyectos para solucionar el trasvase de aguas desde El Lago a la Huerta de la Partida.

El primero consistía en un canal de madera embreada.

Otro, más ambicioso, en ladrillo y reguero de granito.

Se aprueba el segundo proyecto de Sabatini, y el acueducto se empieza a construir el 4 de agosto de 1778. Terminándose las obras el 11 de diciembre del mismo año con un coste de 12.530 reales de vellón.

Con la construcción de esta cacera que partía de El Lago y que a través de una compuerta llevaba el agua hasta un pequeño aljibe, donde se recogía para el riego, se subsano el problema de abastecimiento de la Huerta de la Partida.

Este acueducto estuvo en uso para el Huerto de Plantas Medicinales y continuó un tiempo después hasta el año 1944.

En el año 1995 a consecuencia de las obras del metro, línea 10, que en las inmediaciones del acueducto salen al exterior las tierras sobrantes de la perforación del túnel, aparte de desvirtuar la zona que se corresponde con el cauce del Arroyo de los Meaques, también se daña el acueducto. Al acabar estas obras se repara el arco central del acueducto que fue ensanchado durante la Guerra Civil para el paso de pequeños vehículos ya que el acueducto fue utilizado durante la contienda de 1936-39 como estafeta de correos y lugar donde se lavaba la ropa militar.    
Cuando se encontraba en un estado ruinoso a finales del año 2015 se empieza su restauración y se termina a finales de febrero de 2016, con un presupuesto de 60.000 €.

Para ello hubo que demostrar que se trataba de un acueducto de Sabatini. 

En el Archivo General de Palacio encontramos el documento acreditativo de su autoría y con ello reforzamos nuestra petición.  

Durante su recuperación se vio, y así lo vemos en la fotografía en tiempos de la guerra, que los arcos estuvieron revocados con el llamado revoco madrileño, es decir, con imitación a ladrillo o granito. 

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ESTAS EN UN LUGAR INTERMEDIO DONDE PUEDES ELEGIR DIFERENTES VIAJES

Es obvio que ya has visto la Fuente de las Cubas.

En la Glorieta de las Cubas frente al Acueducto de la Partida por el Paseo Azul puedes ver:

También puedes subir hacia El Lago por el Paseo del Embarcadero:

Puedes también ir hacia la Puerta del Río por el Paseo Azul: