El Bosque de la Faisanera

Situado a continuación del Jardín Reservado de Felipe II con entrada propia a través de la Puerta del Castaño y la Puerta de Hierro de la Faisanera Google Maps

También conocido como Jardín de la Faisanera y algunas veces Huerta de la Faisanera.

La Faisanera

El nombre lo toma de la Faisanera Nueva que está dentro del propio bosque.

Bosque de la Faisanera desde una de sus nuevas puertas

Un bosque para meditar sobre el Real Sitio de la Casa de Campo.

Puerta del Castaño conjunto obra de José Segundo de Lema 1888. Entrada principal al Bosque de la Faisanera

Si atraviesas la Puerta del Castaño te espera un legado histórico impresionante.

A pesar de estar ocupado por coches y oficinas habilitadas en barracones, impropio de un lugar protegido. El Bosque de la Faisanera nos sugiere un entorno comparable a cualquier Real Sitio. El desorden anárquico de trastos inservibles que lo invaden y los coches aparcados. no le restan belleza si sabes elevarte por encima de sus plátanos centenarios.

Plano de Texeira 1656

Se formó este espacio en tiempos de Felipe II y se accedía a él después de atravesar la Galería de las Burlas, que entonces tenía salida a su espalda y servía de transición entre el Jardín Reservado de Felipe II y el Bosque, como vemos en el cuadro de Félix Castello (1634). En esa época ya tenía su propio vallado por el hecho de tener animales salvajes, en la zona conocida como la Leonera.

Puerta de Hierro de la Faisanera

La finalidad de este espacio en transición entre la Galería de las Burla y los Estanques, era volver a sorprender a los visitantes que al cruzar la Puerta de la Leonera, se encontraban con exuberantes pasillos arbolados que los llevaba a los cuatro lagos o estanques.

Más adelante ya en el siglo XVIII el terreno se eleva para crear un espacio llano, más amplio, que será, en el siglo XIX, el origen del Bosque de la Faisanera. Todavía continuaba unido al Jardín Reservado, ahora por la Puerta del Esparragal con una escalera de granito para salvar el desnivel.

Se crea entonces un espacio de menor categoría, pero exclusivo, donde tienen residencia los trabajadores y jardineros del Jardín principal de abajo, labor que aún se mantiene ahora.

Nunca fue un lugar «reservado» en el sentido estricto de la palabra, aunque una parte estuviera en tiempos ocupada por zona «reservada» que ahora es vivero, era más bien un espacio limitado, con sus propios recursos y que se vio favorecido con la instalación de la Faisanera Nueva durante el reinado de Fernando VI.

Su carácter restringido lo vemos en este apunte de la comisión permanente compuesta por el Comandante Don Emilio Bueno de la Vega, Capitán D. Francisco Argueroa Valdés, Teniente Don José Gómez, y los Alféreces Don Augusto Amau Ruiz y Don Ramiro Farrugia de la Cruz.

Anotación del 18 de julio de 1882 cuando se está realizando un plano de la Casa de Campo donde se dice:

el Jardín de la Faisanera en el cual no pudo entrar la comisión por no tener el señor administrador órdenes especiales”.

Esta garita de guarda vigilaba la entrada restringida al bosque

En la lista de trabajadores que había en 1814 en la Casa de Campo la  Huerta de la Faisanera tiene su censo aparte; tenía un capataz, nueve peones, un guarda y dos peones de jardinero.

En esta casa, que aún se conserva, vivió Pedro Dirac

Uno de los empleados más conocidos del Bosque fue el jardinero Pierre Dirac o Pedro Dirac de origen francés, conocido popularmente como Míster Pedro.

Según Carmen Ariza fue el creador de los viveros de la Casa de Campo a partir de 1805 y de las alineaciones del Bosque de la Faisanera.

Así lo cuenta:

“Desde los comienzos del siglo XIX los jardines de la Casa de Campo fueron continuamente mejorados. En 1805 el jardinero francés Pierre Dirac constituyó en la finca un vivero o criadero de plantas de gran importancia. Aquí se inició un fenómeno que abarcaría todo el siglo y por ello se convirtió en uno de los principales abastecedores de plantas para Madrid y los Sitios Reales».

Vivió Pedro Dirac en el propio Bosque de la Faisanera en la llamada Casa de Pedro o “Casa de Míster Pedro” “o como dice Madoz “Casita de Míster Pierre”. Madoz sitúa la casa dentro del plantel, casi encima de la Galería de las Burlas.

La Casa de la Castaña antigua casa de semillas
La Puerta Azul nos abre paso al Vivero Municipal
Aún podemos disfrutar de sus alineaciones de plátanos.
Descubre árboles singulares en el Bosque de la Faisanera
Puerta del Castaño en 1919
La desaparecida Casa del Conserje que fue utilizada como estafeta militar nº 12 durante la Guerra Civil 1936-39.

En el bosque también se alojaba con su familia el Conserje Mayor que era el responsable de este lugar.

Todo este personal que ocupaba el Bosque de la Faisanera, nos confirma que no era un lugar reservado exclusivamente a los Reyes.

Fuente del Castaño que estaba junto a la puerta del mismo nombre

UNA HISTORIA DE AMOR

Historia de amor en el Bosque de la Faisanera

El 9 de marzo de 1831 Fernando VII regala a su esposa María Cristina y así consta en los documentos: “La Faisanera y su Bosque, y la Huerta Grande de la Faisanera». Archivo General de Palacio.

El Rey que me ha prometido el regalo de la Faisanera, su huerta y Bosque, no sabe si puede hacerlo y ha dado órdenes a Juan Blasco Negrillo; “Quiero que preguntes al Archivero sí la Casa de Campo está vinculada, o mayorazgada; pide noticias al Archivo, o a quien lo sepa; consultarás con el Asesor de la Casa, como se ha de hacer para que la Posesión que yo he regalado a la Reyna, quede propiedad suya, sí quedase Viuda y sin hijos”.

Cuando el Rey murió:

EL ENAMORAMIENTO

“Para descansar de las jornadas vividas me iba a pasear, en coche por mi debilidad, a la Casa de Campo, en uno de esos trayectos comencé a sangrar por la nariz, y la hemorragia continúo hasta consumir los pañuelos de que se disponían. Fue preciso acudir al oficial de la escolta que muy galantemente extendió hacia mí su pañuelo. Un instante después, pasado el mal, devolví la prenda al Capitán Muñoz, quien bizarramente y con gesto galante se lo llevó a los labios”.

Agustín Fernando Muñoz Sánchez con el que la Reina tuvo ocho hijos

BODA SECRETA

El 28 de diciembre de 1833 habiendo pasado tres meses de mi viudez me casé con Agustín.

El sacerdote que ofició la ceremonia fue Marcos Aniano González, que era amigo de Agustín.

El casamiento fue en secreto ya que si me casaba, oficialmente, perdía la regencia que me correspondía hasta que mi hija Isabel fuera mayor de edad.

La ceremonia se celebró en el Palacio Real a las siete y media de la mañana, actuando como testigos el marqués de Herrera y Miguel López de Acevedo. Habíamos previsto hacer la ceremonia en la Casa de Campo, pero la mañana se presentó fría y desagradable.

A pesar del secretismo el pueblo se enteró enseguida por medio de pasquines y correveidiles.

A decir verdad la ceremonia no tuvo valor de Estado y mis relaciones tenían que permanecer en secreto y fue la Casa de Campo el punto de nuestros encuentros furtivos como si fuéramos unos locos enamorados, en la Faisanera puse mi acomodo en unas estancias que antaño ya había utilizado.


Tapia restaurada en 1999

El Bosque de la Faisanera conserva en la actualidad su propia tapia y puertas. En 1999 se restauraron los 535 metros lineales del muro y la instalación de seis puertas, el 80% subvencionado por los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.

Aún se mantienen las alineaciones de plátanos y calles del siglo XIX. Existe un proyecto de mejora de los usos con restricciones para la circulación.

Si crees que te lo hemos contado todo, estás en un error, descubre por ti mismo cada rincón.

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