Un año después de inaugurado el Depósito de Aguas del Canal de Isabel II, sale a subasta pública, el 15 de septiembre de 1879, la obra de unir este depósito con todas las zonas de riego o necesitadas de agua.
Con un valor de salida de 10.338 pesetas con 42 céntimos. El proyecto que sale a subasta es el realizado por el maestro de obras José Pérez Sanjuán entre 1879 y 1881.
La Cacera Norte es un complejo hidráulico que en su origen y revisando el proyecto, vemos que contaba con una red de dos caceras, 23 regueros y 210 arquetas de las que se podía sacar agua para regar. Todo este complejo quedaba unido a un gran aljibe, ya construido, al que suministra agua el Canal de Isabel II y que por medio de una caseta de distribución del agua controla el abastecimiento de las caceras.
Su proyecto y construcción se produce durante el reinado de Alfonso XII (1857-1885).
Nacimiento de la Cacera Norte
El Intendente de la Real Casa Fermín Abella y Blave se reúne en diciembre de 1876 con el ingeniero de caminos canales y puertos José Morer Abril para diseñar la construcción de un sistema de distribución de aguas del aún reciente Canal de Isabel II para la Casa de Campo.
En honor a la verdad hay que decir que Antonio Cortés Llanos fue el primer impulsor de la obra, pero al jubilarse el proyecto quedó en manos de Fermín Abella y Blave y José Morer Abril los dos especialistas en el tema; el primero autor del libro “Manual de aguas y riegos” y otros sobre canales y conducciones, y el segundo con trabajos editoriales como “Conducción y distribución de aguas potables en la antigua Roma y en las naciones modernas” publicado en el año 1867.
El proyecto completaba la reciente construcción del Depósito o alberca de agua, de donde partiría la distribución norte y sur de las caceras, que tenían como principal cometido llevar agua a la Casa de Vacas, a la Casa de los Pinos y unir las dos caceras, la Norte y la Sur.
Cuatro años más tarde, el 30 de septiembre de 1883 el director de las obras el ingeniero Carlos Varela y Acuña oficial intendente de la Casa Real lo da por finalizado. Después de muchos ensayos, el complejo hidráulico de 22 kilómetros con dos caceras, 23 regueros y 210 arquetas se pone en uso.
La obra tuvo que salvar dificultades como el Arroyo de Valdeza, para lo cual se construyó un interesante acueducto, hoy conocido como Puente Colorado y los célebres escalones o Escalerilla que amortiguaba el caudal de agua en su descenso de nivel al unir la Cacera Norte y Sur desde los Cerros de las Olivas (teleférico) al Pinar de las Siete Hermanas.
Muchas gracias Rafa.
¡Qué maravilla de artículos que nos transportan a otro tiempo y a un sueño de lo que fue la Casa de Campo!
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