
No tener en cuenta los nombres que Google utiliza en su mapa.
VER SITUACIÓN EN Google MapsUTM Puerta de Entrada 437050.33 m E – 4476623.74 m N. En el Paseo de los Nogales con la antigua y nueva carretera de Castilla cerca del Puente de los Franceses en el lugar llamado Almendros de la Soledad.

La Cantera Municipal ocupa una extensión de 43.044,11 m2. (Dato de Ayuntamiento de Madrid)
Es una instalación ajena a la Casa de Campo y de moderna ubicación.
La cantera de la Casa de Campo tiene una historia relativamente corta ya que fue instalada en la Casa de Campo en el año 1960 en lo que eran las cuadras del hipódromo y la Casilla del Entrenador.
Convertida en un cementerio de ilustres proyectos venidos a menos y otros que nunca encontraron su lugar.
Como muchos de los proyectos que tuvo la II República para la Casa de Campo y que se llevaron a cabo después de la Guerra Civil. Ya en 1936 se pensó en hacer un taller de cantería. Aquí os muestro este plano de Manuel Muñoz Monasterio que no nos dice la localización. No es un gran proyecto, pero sí una idea que ya estaba en las mentes de la época.

La Cantera no es un edificio, pero tiene edificios históricos, no es tampoco un lugar abierto a las visitas, es ante todo un espacio ocupado pero que tiene unos antecedentes que bueno son conocerlos.
Los primeros canteros

El abuelo de Fidel, José López López que vemos con su bicicleta en la Casa de Campo, entró de cantero en la Real Casa de Campo en 1919 con sólo 17 años.
Entonces la cantería se hacía a pie de obra y hasta allí se desplazaba José con su bicicleta.
Podría estar horas y horas contado la historia de José López López, de cómo fue a la cárcel por sus ideas republicanas por la denuncia de uno de sus vecinos.
Sólo os diré que de tanto pasar con la bicicleta por el Puente del Rey, conoció allí a una lavandera con la que se casaría; María González García, de esta pareja nacería Basilio López González padre de Fidel que también trabajó como cantero.






No se engañe, no pensando que ha de durar lo que espera más que duró lo que vio, pues que todo ha de pasar por tal manera. Jorge Manrique