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La Fuente del Niño que conocemos ahora pertenece a las primeras construcciones de fuentes republicanas 1932, aunque  se trataba de una reposición o sustitución de otra fuente que hubo en este lugar pero de características muy distintas.

La fuente actuar nos recuerda en sus formas a la Fuente de la Cacera  sin el adorno central de granito y la solera.

Como todas las fuentes de grifo alto toman el de agua del Canal  a través de una conducción de tubos de hierro, aunque la antigua fuente era de manantial.

De la fuente primitiva del Niño, no tenemos fotografías ni dibujos de su diseño, pero si información.

Como vemos en los planos 1 y 2 de 1860 estaba en un lateral de la actual Plaza de las Moreras y si el dibujante de la hoja kilométrica fue riguroso, como lo fue en la Plaza de la Fuente del Príncipe: la fuente tenía forma de media luna, forma que repite Vierge en su plano de 1866.

Haciendo un alarde de imaginación sería como la fuente del Palacio de la Moncloa que nos muestra el diseñador de fuentes y jardinero Javier Winthuysen Losada.

Se trataba de una fuente ornamental, ya que ni Madoz ni los que le precedieron la nombra como fuente de uso para beber. 

  

Vemos que en el plano de 1912 ya no aparece la fuente, aunque después la recupere Álvarez Naya en el primero de sus planos de 1931, y lo hace porque copia el plano de Vierge, incluso se vale del plano para sus descripciones; esas que tanto nos han confundido.

Ya en el plano de 1934 el mismo Álvarez Naya quita la Fuente del Niño y sitúa en su lugar la del Pajarito más hacia el oeste.

No sabemos el nombre exacto que el Ayuntamiento puso a esta reposición de la fuente, pero indiscutiblemente recupera la Fuente del Niño.

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DESDE ESTA FUENTE PODEMOS DETENERNOS PARA VER UNA DE LAS PUERTAS MÁS BONITA DE LA CASA DE CAMPO.

Después subiremos a la Fuente del Pajarito y desde allí continuamos la ruta hacia el norte