Las carpas de El Lago

¿Volverán las carpas?


Queremos simplemente contar el origen de las carpas de El Lago, no por echar más leña al fuego sino por obra de los documentos revisados.


Como no queremos extendernos más de la cuenta, simplificaremos los datos y nos atendremos a lo imprescindible.

¿Cómo vinieron las carpas a El Lago?

El 8 de noviembre de 1562, un año después de instalarse la Corte en Madrid, Felipe II expide una cédula real para que Hernando de Vega «nuestro corregidor«… proporcione las bestias necesarias a Guillaume Coluens. «maestro Jardinero flamenco» para el embellecimiento de los jardines con plantas y los estanques con peces.

Desde Flandes manda buscar variedades de peces en Francia para poblar los estanques de la Casa de Campo, Aranjuez y El Pardo, estanques construidos por Pietre Yanson “el olandés“ “maestro de hacer estanques“, como le citan los documentos. Se harían, los estanques, a la manera de los de Flandes de “razonable grandeza” para echar en ellos “carpas y otros pescados” y ver cómo “aprueban por acá “.


Pietre Yanson llevaba dos años trabajando en España, en los Sitios Reales, y además de construir estanques era también entendido en cuestiones de pesca y su cultivo. Más tarde firmará un arriendo con Felipe II sobre el aprovechamiento de la pesca del estanque de la Casa de Campo durante doce años. Felipe II le tenía en gran estima debido a los trabajos realizados en Ontígola (Toledo). Pietre Yanson fue muy popular en España se le nombraba como “el Olandés”. Su jornal diario era “catorce reales… así los días de labor como los días de holganza”.
Y lo que importa: Corrió a su cargo la compra y traída de los pescados desde Bayona (Francia) a Madrid.

Estando Felipe II en la Villa de Ocaña, firma una cédula en diciembre de 1562, encareciendo a don Gabriel de la Cueva, su criado en Madrid, quecon particular cuidado vea el modo de que una persona experta, vaya luego a donde entendiere que los ay”.
Felipe II elige la calidad frente a la cantidad: “que puedan venir en quatro bestias«. El género ha de ser de la “mejor casta«.
Jerónimo de Algora, jardinero de la Casa de Campo, se hace cargo de los peces cuando llegan a Madrid y los echa en los estanques.

Hay otra cédula en la que se Ordena que “Pietre Yanson, maestro de hacer estanques… que va al vecino Francia a comprar una cantidad de carpes y brújetes para nuestro servicio quede exento, desde la raya de Francia hasta Madrid, de todo diezmo y portazgo«.
El coste del negocio de los pescados, por orden de Felipe II, los pagó Pedro de Santoyo «pagador”. Entregó mil seiscientos ochenta y seis reales a Diego del Castillo.

Otro dato interesante:


El 11 de abril de 1563 en una carta de Martín Gurrea y Aragón al cardenal Antonio Perrenot de Granvela le pide que igual que, “envió desde Bruselas a Madrid, por petición de Felipe II, a un maestro de construir estanques y de pescar y criar pescados, que después traería peces para los estanques reales. Le envíe como a él peces, como brujetes y carpas para un estanque que está construyendo”.

Esto es todo.

Todas las carpas de Madrid proceden de la Casa de Campo

Las carpas están ligadas a la construcción de los lagos y la Casa de Campo y se las puede considerar Bien de Interés Natural.