La Casa de Campo y la pintura

No pretendemos hablar solo de cuadros ni su valor pictórico, pretendemos contaros unos hechos que de manera casual se produjeron en los años 80 del siglo pasado.

Entre los años 1979-81 se restauraron 46 cuadros, podemos poner la relacción, pero no viene al caso, que pertenecían a los museos municipales. Gracias al convenio acordado entre la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Museos y el Ayuntamiento de Madrid, con la colaboración y asistencia del Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte.

Este fue el primero en restaurarse.

Si hay algún cuadro que mejor represente la Casa de Campo quizá sea este de Félix Castello (1595-1651). Un óleo sobre lienzo de 1,362×1,650 m. procedente de las colecciones reales que paradójicamente nunca ha estado en la Casa de Campo, pero que se recurre a él para retrotraernos al pasado de la Casa de Campo que dejó Felipe II a sus herederos. Hoy se encuentra en el Museo de Historia de Madrid. Hasta los años 80 se le consideró en los catálogos del Museo Municipal como anónimo.

De entre los 46 cuadros restaurados para levantarle el repinte, limpiarlo, reintegrarlo y barnizarlo, seis de ellos estaban ligados a la Casa de Campo.

El cuadro de la Inmaculada Concepción mide 3,21×1,80 m, los otros dos San Francisco y San Antonio miden 2,90×1,58 m los tres rematados en arco rebajado.

Junto al cuadro de Félix Castello también se restauraron los tres cuadros de Mariano Salvador Maella (1739-1819), que para quien no lo sepa estuvieron en la Iglesia de la Torrecilla de la Casa de Campo. Hoy están en la Capilla del antiguo Hospicio del Ave María y San Fernando en el Museo de Historia de Madrid.

También se restauró este otro cuadro de autor anónimo que nos muestra los Jardines de la Casa de Campo, un oleo sobre lienzo del siglo XVII de 1,15×1,70 m. que estaba tan oscurecido por el tiempo que apenas se veían los detalles. Obra atribuida a Juan Bautista del Mazo.

El lienzo procedía de las Colecciones Reales. En 1701 figuraba en los inventarios del Buen Retiro y posteriormente en los del Museo del Prado que lo depositó el 17 de octubre de 1924 en el Museo Municipal.

Y por último se restauró el retrato de Francisco Antonio de Salcedo, Marqués de Vadillo y Corregidor de Madrid pintado por Miguel Jacinto Meléndez un óleo sobre lienzo de 0,621 x 0,475 m.

Dejamos a vuestra imaginación lo que el Marqués de Vadillo hizo por la Casa de Campo.

Mirando todas las obras restauradas, vemos que podríamos mostrar más cuadros y todos, de una manera u otra tendrían relación con la Casa de Campo.

Años más tarde a este acontecimiento se unió otro descubrimiento de la Casa de Campo a través de la pintura.

En diciembre de 2011 el Museo del Prado presentó la restauración de una obra de Velázquez de 1654 titulado “Margarita de Austria a caballo”, que, después de dos años, regresó a la sala de «Las Meninas», habiendo recuperado su color y tamaño original. Este trabajó fue llevado a cabo por la restauradora Rocío Dávila Álvarez.

Antes y después de la restauración
Margarita de Austria de Velázquez ya restaurado

La sorpresa fue que al limpiar el cuadro apareció la Casa de Campo y la Fuente del Águila.

Aquí podríamos poner los 125 cuadros que se inventariaron en 1794, inventario realizado por los Pintores de Cámara: Francisco de Goya, Francisco Bayeu y Jacinto Gómez, en el que junto a la descripción, leemos sus dimensiones, estado de conservación y tasación.

En este inventario se olvidaron de los cinco cuadros que estaban en La Faisanera.

La Casa de Campo fue el motivo de una exposición monográfica de pintura en el Museo Municipal en 1960.


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