Javier de Winthuysen

Javier de Winthuysen y Losada nació en Sevilla el 30 de marzo de 1874. Descendiente de una familia holandesa que se afincaron en España en tiempos de Felipe II. Fue pintor y sin embargo la faceta por la que le traemos ante vosotros es por su labor como jardinero.

Si queréis saber quién fue Javier de Winthuysen bajaros sus memorias que él mismo escribió merece la pena conocer a un personaje tan singular.

Sus mayores logros los consiguió como jardinero

El 18 de diciembre de 2013 fuimos al archivo del Jardín Botánico de Madrid depositario de los fondos que la familia de Javier de Winthuysen donó hace unos años.

Queríamos ver todo el material que Winthuysen tenía sobre la Casa de Campo de Madrid.

Se nos mostró todo.

Tuvimos en nuestras manos todas las fotografías, dibujos y apuntes que el ilustre jardinero hizo de la Casa de Campo.

De los apuntes a lápiz saco las siguientes notas:

Apuntes a lápiz del propio Javier de Winthuysen

Este soberbio monte situado en la margen derecha del Manzanares frente al Palacio Real de Madrid, tiene un carácter igual al del Pardo del que es continuación. En las proximidades del río se eleva un magnífico bosque con amplias calles, extensos lagos y algunas edificaciones y jardines que tuvieron bastante importancia hasta entrado el siglo XIX.

Encontramos referencias de ellos en documentos del Archivo Real que datan del siglo XVI y se refieren a la distribución de la Rosa de la Casa de Campo y a las plantas que para estos jardines se enviaban desde la de Aranjuez.

Consérvase en el Museo del Prado un cuadro que representa estos jardines en el cual vemos la estatua ecuestre de Felipe III (hoy en la Plaza Mayor de Madrid) y la fuente que describe Ponz con la cual compara la que vio en los antiguos jardines de la abadía (paj.) (1) Leg.2-1569-Leg.2-1590

En 1843 (Leg.21 Ar.Rl) se accede a lo solicitado por la comisión de paseos y arbolado, facilitando dos mil pies de lilas para formar un laberinto en el paseo de Isabel 2ª.

En la actualidad casi nada resta del esplendor de estos jardines sus fuentes han desaparecido o  han ido a ocupar otros lugares. En el jardín del Reservado existía una ría que fue cegada en 1869 (leg.27-1869) Ahora solo hay en ellos unos cuadros de boj que poco a poco van desapareciendo.

Delante y detrás de la Iglesia también existía otro parterre, hoy sólo quedan unas coníferas que por la disposición que ocupan convienen con el antiguo plano, pero el parterre ha desaparecido.

Sólo en medio del bosque se conserva el gracioso jardinito llamado del Príncipe, está rodeado por una cerca poligonal de treinta y dos lados formada por anchos pilares de ladrillo rojo con zócalo tallado en granito y sobre el zócalo, entre pilar y pilar, celosías de madera pintada de verde. Dentro se ordenan las plantaciones en círculo formando las lilas uno nuevo junto a la cerca, alternando un paseo, forma otro círculo concéntrico más pequeño también de olmos alternando con otras lilas un banco de evónimos y siempre en el mismo orden circular una platabanda. En medio de la plaza que queda en el centro hay una fuente redonda de granito y en el centro de ella una taza estriada a modo de concha sostenida por tres delfines y sobre ella un niño tritoncillo con un pez entre las manos de cuya boca sale el surtidor. Esta fuentecilla de hierro parece de principios del siglo XVII.

Tanto el jardín como el bosque que lo rodean tienen un espléndido arbolado.


Nos encontramos que en su visita a la Casa de Campo para su trabajo Jardines Clásicos de España sacó muchas fotografías, pero la mayoría bastante deficientes, eran los años 20 del siglo pasado.

Glorieta del Ruiseñor foto de Winthuysen
Fuente del Príncipe foto de Winthuysen
Dibujo de la Fuente del Príncipe por Winthuysen

En el archivo tenemos excelentes dibujos de esta fuente y su cerramiento. También dejó apuntes de las piedras que componían el cerramiento por lo que pudimos localizar algunas que estaban por la finca como asientos.

También sacó fotografías y dibujos de los jardines de la Iglesia de la Torrecilla y de El Lago.


Después de leer la vida de Javier de Winthuysen merece la pena visitar los sitios en donde estuvo en la Casa de Campo.