
VER SITUACIÓN EN Google Maps UTM 437175.27 m E – 4473588.19 m N- Situada en la Travesía del Vino. En el mapa (4).
Protección: Nivel 2
En la Escuela de la Vid metemos lo que fue la Escuela de Etnología del Sindicato Nacional de la Vid de 1956 que a partir de 1965 se quedó como Escuela de la Vid.

En origen fue la Residencia del Sindicato Nacional de la Vid y también Museo del Vino.

Sus autores fueron los arquitectos Arturo Tomillo y Carlos de Miguel entre los años 1955-1968.
Conjunto formado por dos edificios realizados con diez años de diferencia. El más antiguo, realizado por Carlos de Miguel consiste en una construcción de dos plantas resuelta como una nave cubierta a dos aguas con una planta en U alrededor de un patio hacia la Avenida de Portugal y un brazo que sobresale al noreste. Con un programa de recepción y residencia, la arquitectura se resuelve de forma modesta. Tiene en la zona norte decoración con azulejo policromado en fachada.

El más reciente consiste en una nave de una planta con cubierta metálica verde. Diáfana e iluminada con un ventanal corrido superior. Levantada sobre el terreno, dispone de unos curiosos vuelos que prolongan el forjado de planta en las ventanas inferiores que se abren al patio de acceso. Sirvĺa como Museo del Vino. Tiene cierta calidad arquitectónica.
El pabellón de residencia pertenecía a la escuela de enología proyectada por Carlos de Miguel. Los elementos de mayor valor son la Nave-Museo diáfana, las fuentes y jardineras exteriores en el zócalo y la fachada norte. También es importante la decoración de azulejo de la residencia.

Fue en su origen la Escuela de Capacitación Enológica del Sindicato de la Vid. Escuela de enología dependiente de Sindicatos que tuvo mucha importancia formativa en la época.
La autoría de estos edificios es de Carlos de Miguel junto a los ingenieros X. Tagüeña y M. Silva. Carlos de Miguel, responsable durante años de la Revista Nacional de Arquitectura, tuvo un destacado papel crítico durante los años 50 y fue en estos años concretamente el año 1955 cuando acometió la obra.

Con una superficie construida de 2817 m2. El conjunto se resuelve con la disposición de varios pabellones de una planta con distinta orientación. Implantados en la ladera original, creando una serie de patios a los que se abren los ventanales de las aulas.

Inspirado en los ejemplos de la arquitectura nórdica del momento, el recinto se construye en torno a una torre representativa que se resalta con el quiebro de la cubierta a dos aguas. Los testeros de las dos naves que enmarcan la entrada se adornan con unos murales de cerámica y hormigón con motivos alusivos al vino. Dos emparrados separan los edificios de la calle.
El programa completo consistía en: bodega, planta piloto, licorería, alcoholería, aulas y residencia.
Las pocas farolas que aún se conservan es gracias a que algunas cepas se han abrazado a su estructura. Son las farolas originales de la I Feria Nacional del Campo reutilizadas.






Es un viaje al pasado de la etnología y a elementos didácticos de los años 60 del siglo XX.

Nada escapa al tiempo que parece detenerse esperando… Por aquí pasaron los romanos, los visigodos y todos aquellos que gustaban de plantar vides y cosechar vino. Ya por eso este cerro que se formaba entorno a lo que es el Alto de Extremadura se le llamaba Cachadizas, que era una forma de plantar escalonadamente en los cerros, posiblemente viñas.