La Formación de la Casa de Campo

Evolución de los terrenos de la Casa de Campo (diseño R. Pulido)

Fecha de la Compra de la Casa de Campo de Madrid:

Privilegio de don Fadrique de Vargas otorgado por Felipe II a favor de Fadrique de Vargas Manrique como pago por la compra de un terreno denominado la Casa del Campo.  Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Signatura 96173/6

Este documento del que la II República sacó un facsímil, es, a falta de las escrituras de compra, que nadie sabe dónde están, la fuente de información más importante para saber cuándo se compró la Casa de Campo, a quién y su precio.

El precio corresponde al terreno y la primera Casa de Campo de los Vargas que compra Felipe II, ya que después el mismo monarca amplía la finca comprando más tierras hasta llegar a lo que hoy se conoce como la Plazuela de los Siete Hermanos.

Personalmente desciframos este documento hace más de veinte años y por eso nos sorprende que aún se especule con la fecha de compra de la Casa de Campo.


Privilegio de Don Fadrique de Vargas Manrique de juro de a por mil en cada un año
sobre las alcabalas de la ciudad de Sigüenza
este Juro era de 294.642 maravedíes y medio y consta
que de ellos se cedieron a Lope de Campo 207.857 y a la capilla
del obispo 80.356 y por esta razón quedo reducido a los 6429
que requiere este privilegio los que son de recompensa
procedidos de la venta de la Casa del Campo:

Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Signatura 96173/6
La Casa de Campo de Felipe II

En 1592 los herederos del mayorazgo de los Vargas, renuevan la carta de privilegio que en 1561 les otorgó Felipe II. Se renueva porque se trata de un Juro por heredad, es decir unos derechos que se heredan y son renovados por alguna causa; por herencia, por actualizar algún concepto o corregir las cantidades contenidas en el documento etc.

Al renovar, el juro el anterior se destruía, por lo que normalmente se copia el anterior con los datos añadidos.

Lo que se desprende del documento del que aporto los datos más significativos, referidos a la Casa de Campo, es que la Casa del Campo se paga a través de un juro de heredad:

“… para que gozasen del dicho juro desde primero día del mes de agosto del dicho año de quinientos y sesenta y uno en adelante porque entonces se concertó y efectuó la compra de dicho heredamiento y se adquirió por nos la posesión de él…”.

Que el precio pagado es de:

…se concertó por precio y cuantía de once mil ducados de a trecientos y setenta y cinco maravedíes cada uno que montan cuatrocientos y veinte y cinco mil maravedíes y que estos se los deberemos de pagar y pagaremos en doscientas y noventa y cuatro mil y seiscientos y cuarenta y dos maravedíes y medio de juro…”

Otra cosa que queda claro es que el nombre de Casa del Campo lo acuña Felipe II, ya que en el documento, la finca se recoge de esta forma:

“…unas casas y huertas con ciertas tierras árboles agua estable y manante que todo ello se dice la casa y huerta del campo que está en el término y jurisdicción de la villa cerca del rio de ella y continua en una parte con el Camino que va al lugar de Aravaca…”

Leyendo el documento también se entiende que Felipe II firmó, posteriormente, el 8 de septiembre un documento, recogiendo la compra, para que se incluya en el juro por heredad, es decir cuando viene la Corte a Madrid:

…por virtud de una de mía carta firmada de mi mano en esta villa de Madrid a ocho de setiembre del año quinientos y sesenta y uno…”

Y no es hasta octubre cuando se entrega la carta de privilegio:

«…Di una mi carta de privilegio escrita en pergamino y sellada con mi sello de plomo y librada de mis contadores mayores dada en esta villa de Madrid a quince días del mes de octubre del año de quinientos y sesenta y uno…”

A continuación, entresaco la información más interesante para la Casa de Campo del:

 ” Privilegio de don Fadrique de Vargas otorgado por Felipe II a favor de Fadrique de Vargas Manrique como pago por la compra de un terreno denominado la Casa del Campo”.  Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Signatura 96173/6

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Di una mi carta de privilegio escrita en pergamino y sellada con mi sello de plomo y librada de mis contadores mayores dada en esta villa de Madrid a quince días del mes de octubre del año de quinientos y sesenta y uno por la cual

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parece que don Francisco de Vargas Manrique de Valencia tenía de mí en cada un año doscientas y noventa y cuatro mil y seiscientos y cuarenta y dos maravedíes y medio por juro de heredad para él y para sus herederos y sucesores y para quien de él o ellos uniese título o causa para siempre jamás o hasta que yo o los Reyes que después de mi vinieren mandásemos quitar el dicho juro y le pagasen los maravedíes…

…don Francisco de Vargas Manrique de Valencia por virtud de una de mía carta firmada de mi mano en el esta villa de Madrid a ocho de setiembre del año quinientos y sesenta y uno por la cual hice saber a mis contadores mayores que mande comprar de Rodrigo de Vargas caballero de la orden de Calatrava, vecino de la Villa de Madrid y de doña Antonia Manrique viuda mujer de don Fadrique de Vargas como curadora de la persona y bienes del dicho don Francisco de Vargas  su hijo y el dicho don Fadrique y en su nombre del dicho don Rodrigo de Vargas y por virtud del poder a él dado por los dichos doña Antonia Manrique y don Francisco de Vargas Manrique su hijo unas casas y huertas con ciertas tierras árboles agua estable y manante que todo ello se dice la casa y huerta del campo que está en el término y jurisdicción de la villa

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cerca del rio de ella y continúa en una parte con el Camino que va al lugar de Aravaca de otra parte con el camino que va a Pozuelo Aravaca y de la otra parte con huerta de los herederos de Francisco hidalgo y de la otra parte con viña y olivar que fue de Francisco Núñez Escribano los cuales dichos bienes dejaron el licenciado Francisco de Vargas y doña Inés de Carvajal su mujer difuntos vinculados y metidos e incorporados. En el mayorazgo que hicieren constituyeron la cual dicha compra de las dichas casas huertas tierras árboles y aguas y todo lo demás anejo y perteneciente al dicho heredamiento se concertó por precio y cuantía  de once mil ducados de a trecientos y setenta y cinco maravedíes cada uno que montan cuatrocientos y veinte y cinco mil maravedíes y que estos se los deberemos de pagar y pagaremos en doscientas y noventa y cuatro mil y seiscientos y cuarenta y dos  maravedíes y medio de juro a razón de catorce mil maravedíes el millar firmado por nuestra carta de privilegios en cualquier rentas y partidos donde ellos los quisiesen en más tomar nombrar y situar para que gozasen del dicho juro desde primero día del mes de agosto del dicho año de quinientos y sesenta y uno en adelante porque entonces se concertó y efectuó la compra de dicho heredamiento y  se adquirió por nos  la posesión de él para que el dicho juro queda metido e incorporado en el dicho mayorazgo y subrogado en el en lugar de los dichos bienes de los cuales se nos hizo y otorgó escritura y carta de venta en forma con las fuerzas firmezas necesarias   posante Juan Baptista escribano público del número de esta villa de Madrid.

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…esta mi carta de privilegio escrita en pergamino y sellada con mi sello de plomo pendiente en filos de seda de colores y libranda de mis contadores mayores y de otros oficiales de mi casa dada en la villa de Madrid a veinte siete días del mes de junio año del nacimiento de nuestro salvador Jesús mil y quinientos y noventa y dos años va escrita sobre…


COMPRAS DE TERRENOS PARA LA FORMACIÓN DE LA CASA DE CAMPO DE MADRID.

Ya Luis Miguel Aparisi Laporta, al que debemos uno de los más meticulosos estudios sobre las escrituras que configuraban la Casa de Campo, después su revisión y estudio, nos dice: 

“Entonces nos dimos cuenta de la imposibilidad de levantar un plano serio, con los vértices parcelarios en su sitio”.

Y a continuación, nos hace una relación de términos utilizados como medidas, con lo que parece imposible localizar el terreno que se describe, y pone este ejemplo: 

“con tierra que en dicho segundo cerro de las Aravitas, vendieron los padres Jerónimos, en cuya tierra, a la parte de dicho cerro mirando a Madrid hay un espino grande…” 

Un espino grande. Pensar que el tal espino podía ser una referencia permanente… curiosas unidades de medida como:

«A tiro de piedra»; «A tiro de bala»; «A tiro de honda»; «A dos tiros de bala de fusil…»; «Distante como un tiro de arcabuz». «A pocos estados de distancia». «Cuasi un cuarto de hora»; «…principia a la primera reja seca de dicho cercado», «…linda con una tierra pequeña», «…y por dicha cabecera se escabeza al mediodía».

Comprendo las dificultades de localizar tan arbitrarias y personales formas de medida y referencia.

La dificultad dicha anteriormente nos persigue a la hora de calcular, no solo la localización, sino el tamaño de la Casa de Campo en sus primeros tiempos.

Siempre ha sido una tarea difícil de resolver. No hay que olvidar que, en 1724, Luis I con intención de regalar la Casa de Campo a su hermano Fernando, le pide al Marqués de la Solana, que delimite «el término que comprehende el territorio de la Casa Real del Campo.». 

No tenían ni idea. Y la respuesta que se le da el 10 de noviembre de 1724, tampoco aclara nada:  

que los terrenos se habían medido en 1678 por «Sebastián Crispo vecino de Caramanchel y medidor de tierras», y que las tierras que lindan por una parte con el Arroyo que baja al Río, que llaman de Meaques, y por otra con el Camino de Pozuelo y Hermita del Ángel son cinquenta y ocho fanegas, las diez en lo que es vega y las quarenta y ocho en lo alto hasta la puentecilla que da paso al Estanque del Pozo de la Nieve”

“No se consideran los Jardines, las Huertas, estanques y Bosque, ni la tierra monte donde se cría la Caza: cuyos límites no se hallan porque aunque ay escripturas antiguas de compras de tierras y viñas para agregarlas a la Casa del Campo y al Parque de Palacio, como compradas en varios tiempos y a muchos dueños están confundidos sus lindes con el diverso destino que hoy tienen, por cuya causa es difícil su comprensión, y fácil en el todo la aberiguación, mandándose que judicialmente se haga por el Juzgado de Obras y Bosques”.

Como vemos en 1724, fecha muy importante para la Casa de Campo, tenemos este informe que hace don Cayetano Juan de Obregón a Ricardo Wall y Devereux de 20 de diciembre de 1759:

El Real Bosque de la Casa del Campo al principio del Reynado de la Magestad del Sr. Rey Don Luis primero que está en gloria lo cedió para su diversión a su Hermano D. Fernando Príncipe de Asturias, y después nuestro Rey y Señor que falleció y está en gloria […] Aquel sitio hera entonces de Corta extensión, y luego se fue ampliando poco a poco, y cercándolo, a costa de dicho señor Príncipe del aorro que hizo de sus Reales alimentos, que de uno, y otro, he sido Contador, y de los de S.M. (Dios le guarde) quando pasó a Nápoles y de los del señor Infante don Phelipe, y sus de más rentas, así quando existió en estos Reynos, como quando pasó a Italia, y se estableció en Parma. Con el cuidado de conservación, y aumento del expresado Real Bosque, y reales Alimentos, corrió en su governación don Carlos de Areizaga, quien le dio la amplitud, y ser que oy tiene, comprando infinitas tierras, y posesiones que contiene su Cottería, y costtaron muchos reales, cuyas escripturas originales existen en la Contaduría de mi cargo con otros documentos dimanados de su referencia”.

Ya se advierte en el documento “aquel sitio era entonces de corta extensión.

Pero al año siguiente y una vez entregada al Príncipe de Asturias Fernando la finca, este comienza una frenética compra de tierras para el ensanche de la Casa de Campo. Y estas escrituras, siempre a nombre del Príncipe de Asturias Fernando, son más detalladas en lo que a medidas del terreno se refieren.

A pesar de ello, en 1846 en un informe sobre la Casa de Campo aún sus medidas no se plasman rigorosamente: 

«La posesión de S.M. denominada la Real Casa de Campo consta de unas cuatro mil fanegas de tierra, está cercada en toda su circunferencia, y situada a orillas del Manzanares». 

Dos años después en 1848 será Pascual Madoz en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España el primero en ponerle medidas: 4.097 fanegas. También aquí hay un pequeño equívoco que luego trataré.

Queda claro que ni la propia corona sabía exactamente que extensión ocupaba la Casa de Campo. Esto es debido a la imprecisión de las escrituras y a los límites de caza que Felipe II había establecido para el Pardo y la Casa de Campo.

Leemos en el anterior escrito remitido a Luis I, como a lo que eran los jardines, las huertas, el estanque y el bosque, se le añaden 58 fanegas de terreno que daba más amplitud a los límites que más adelante trataremos de establecer.

Nosotros a pesar de estas dificultades «sí» pretendemos establecer el tamaño que tuvo la Casa de Campo de Felipe II y configurar un plano, ya que una imagen vale mucho más que esas confusas palabras utilizadas en las escrituras.

A pesar de la dificultad existen lugares que afortunadamente han mantenido la toponimia desde sus orígenes, esos lugares son los que utilizaremos como referencia y en cuanto a las medidas haremos lo mismo; partiendo de las medidas más fiables, las del Registro de la Propiedad del 28 de mayo 1919 y que certifican que la propiedad de la Real Casa del Campo tiene una superficie de 1747 htas. 15 áreas 54 ctas.  

Se trata ahora de quitar piezas a ese rompecabezas ya completo. Es más fácil hacerlo así, restando del total, porque las compras de los Borbones están mejor documentadas que las de los Austrias, en lo que a medidas se refiere.

Método

Hemos revisado cerca de novecientas escrituras de compra, pertenecientes a las épocas de Felipe II y Fernando VI, este último como Príncipe de Asturias y como Rey. Parece poco serio el lanzar un número y no concretarlo, pero no es tan fácil, ya que dentro de algunas escrituras se contabilizan más de una compra incluso diez o doce.

La dificultad de encajar en su sitio las diferentes escrituras de compra-venta que se produjeron para la formación de la Casa de Campo es compleja.

No todas las adquisiciones recogen las medidas del terreno comprado, ni aciertan a reflejar claramente el lugar donde se sitúan.

Otra dificultad es la utilización de una medida como la fanega, que no solo varía en las diferentes regiones, sino que en la Casa de Campo se utiliza en diferentes momentos y nunca con carácter fijo.

Además, la precisión en la medida era bastantes dudosa, hasta el extremo de utilizar a matemáticos y personas virtuosas por la relatividad que había en precisar las medidas de un terreno.

Leemos en un documento del 14 de enero de 1733:

“Alejandro Gómez, Profesor de Matemáticas y medidor de tierras nombrado por parte del Rey nuestro Señor, y del Real Bosque de la Casa de Campo” y «Blas de Vera, Medidor de tierras de esta Villa. Uno de los más inteligentes, prácticos y de más sana conducta que hay en este ejercicio…».

Por todo esto: si las medidas no nos dan una exactitud precisa, al haber aplicado la misma regla en todas, el porcentaje siempre se mantendrá dentro de unos límites aceptables para hacerse una idea de la proporción de terreno actual del que hablamos.

Si sabemos que la Casa de Campo tenía 4.097 fanegas según se recoge en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España de Pascual Madoz 1848 y si esas fanegas equivalen a 14.027.349,57 m2 según Álvarez Naya, si dividimos por 4.097 nos da que la fanega utilizada tiene un valor de 3.423,8 m2.

Tomaron la misma referencia que Miguel Ángel Bringas Gutiérrez en su trabajo “la metrología castellana del siglo XVIII” cuando dice:

«A simple vista podría dar la impresión de la existencia de una relativa homogeneidad métrica en torno a la fanega… siendo las equivalencias más repetidas la de 3.424 m2 (en el 25,8 por 100), la de 3.104 m2 (en el 16,2 por 100 de los pueblos), y la de 4.472 m2 (en el 13,7 por 100).

Como vemos las medidas de hoy a través de satélite nos da una medida, recogida en la declaración de B.I.C. 16.981.400 m2, muy superior, a los 14.027.349,57 m2 lo que hace suponer que Pascual Madoz tomó la fanega de 4.192,4 m2, y que Álvarez Naya utilizó la de 3.424 m2.

Esta equivocación queda patente al sumar las escrituras de compra que haremos a continuación. Como dijimos antes vamos a partir para nuestros cálculos de las medidas más fiables, las del Registro de la Propiedad del 28 de mayo 1919 y que certifican que la propiedad de la Real Casa del Campo tiene una superficie de 1747 htas. 15 áreas 54 ctas.  

Felipe II:

En los años 1556 al 1700 y los reinados de Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, a la Casa de Campo se le pueden atribuir generosamente 330 fanegas lo que haría una cifra de 1.129,920 m2. Este cálculo lo establecemos a partir de lo que fue la Casa de Campo de Felipe II medido en la actualidad ya que en las primeras escrituras no consta la medida de los terrenos. De las 330 fanegas que se compran, la mayoría se producen durante el reinado de Felipe II, sólo 5 fanegas pertenecen a compras de Carlos II. Ni Felipe III y IV hacen compras.

Años de 1562 a 1598: 380 fanegas.


Príncipe de Asturias futuro Fernando VI:

Felipe V: En su primer reinado 1700-1725 no hace ninguna compra.

Aunque se hacen las compras durante el reinado de Felipe V, a partir de 1725 las compras las hace el Príncipe de Asturias el futuro Fernando VI con “los caudales de los alimentos” dedicando 34.464 reales y 24 maravedíes al año, con los que compra un total de 3.611,5 fanegas y posteriormente 624,4 fanegas más como Rey lo que hacen un total de 4.235,9 fanegas o lo que es lo mismo 14.503.721 m2.

Sabemos sin embargo que en enero de 1751 ya como Rey y configurada la actual Casa de Campo, quedan 193 fanegas de terreno dentro de la tapia sin escriturar. Muchas de esas fincas se escriturarán, ya en el Reinado de Carlos III.

Razón de las escrituras de compras de fanegas de tierras que se han hecho del caudal de los Reales Alimentos de S.M. a su Real Favor, en calidad de Príncipe y de Rey desde el año de 1725 hasta el de 1752 para la extensión de su Real Bosque de la Casa de Campo, y fueron otorgadas por D.  Pedro del Campillo y D. Juan Manuel Miñón de Reinoso. Escribanos nombrados para esta comisión”. Archivo General de Palacio. Sección Administrativa. Legajo 1229. Expediente: 89.

COMPRAS POR AÑOS

Año 1725: 450 fanegas. Año 1726: 172 fanegas. Año 1727:  203,5 fanegas. Año 1728: 842 fanegas. Año 1731: 4 fanegas. Año 1732: 103,5 fanegas. Año 1733: 151 fanega. Año 1734: 240 fanegas. Año 1735: 249,5 fanegas. Año 1737: 151,5 fanegas. Año 1738: 111 fanegas. Año 1739: 143 fanegas. Año 1740: 10 fanegas. Año 1741: 76,5 fanegas. Año 1743: 59, 5 fanegas. Año 1744: 356 fanegas. Año 1745: 256,5 fanegas. Año 1746: 32 fanegas.

Total: 3.611,5 fanegas. compradas como Príncipe de Asturias.

Fernando VI como Rey:

Año 1747: 57,5 fanegas. Año 1748: 163 fanegas. Año 1749: 23,5 fanegas Año 1750: 211 fanegas. Año 1751: 5,2 fanegas. Año 1752: 55 fanegas. Año 1753: 553,7 fanegas. Año 1754: 55,5 fanegas.

Total: 624,4 fanegas como Príncipe + 3.611,5 fanegas como Rey:

Total: 4.235, 9 fanegas.


Sebastián Rodolphe hacia 1745

Durante el reinado de Carlos III se hacen las siguientes escrituras, pero sin aumentar la extensión de la Casa de Campo:

Año 1761: 39 fanegas. Año 1764: 8,5 fanegas. Año 1765: 15, 5 fanegas. Año 1766: 24 fanegas. Año 1767: 6,6 fanegas. Año 1770: 5 fanegas. Año 1772: 13,3 fanegas.

Total: 111,9 fanegas.

En tiempos de Isabel II sólo se añaden 168 fanegas, pero se hacen en nombre del Príncipe de Asturias el que sería Fernando VII. Las otras adquisiciones de Isabel II son fuera de los límites de lo que hoy es la Casa de Campo y se refiere a la Finca de los Meaques.

La pretendida aportación en los años 70 del siglo pasado de terrenos a la Casa de Campo, está lejos de la realidad, nunca esa parcela de Pozuelo de Alarcón formó, ni formará parte de la Casa de Campo, en la época de la dictadura sólo se hicieron segregaciones, que más adelante estableceré.

Sumadas todas las cantidades que he podido reunir, me da la cantidad de 4.727,8 fanegas que en metros cuadrados hace la cantidad de 16.187.987 m2 número que se aproxima a la verdadera medida de la finca actual.

Teniendo en cuenta la dificultad de encontrar la verdadera medida de los terrenos en algunas escrituras, la diferencia es despreciable.

Estas medidas cambian sustancialmente la idea que se transmite, desde siempre, de tocar de pasada la intervención de Fernando VI en la Casa de Campo, por un lado, eclipsado por la figura de Felipe II y por el otro por la de Carlos III. Sin embargo, las cifras y los hechos, nos dice lo contrario.

Simplemente que las adquisiciones del monarca Fernando VI multiplicó por 15 la finca heredada de sus ancestros y de todas las compras quedan escrituras.


Ante la discursión de propiedad de los bienes del Patrimonio Real, toda esta información sirvió de base para el Real decreto de 28 de abril de 1820 que decía:


“Que lo que lleva hoy el nombre de Patrimonio Real, representa una vinculación en favor de la Corona de ciertos bienes y rentas adquiridos con fondos de la Nación, ó que siendo del peculio privado de los Señores Reyes los consagraron espontáneamente al uso de sus sucesores en el Trono, sin que éstos los pudieran variar ni enajenar. En esto se diferencia el Patrimonio Real de la dotación de la Real Familia, que por no estar vinculada se puede alterar al principio de cada reinado, con arreglo al art. 49 de la Constitución vigente.
Que el Patrimonio Real no es propiedad de la Augusta Familia reinante, sino de la Corona ó del Estado; y por lo mismo los Señores Reyes, como usufructuarios, no pueden venderle ni permutarle ni enajenarle en todo ó en parte, porque está íntimamente unido á la Corona.
Por el contrario, forman el Patrimonio privado de los Monarcas, del cual pueden disponer tan libremente como el dueño de una finca:

La dotación anual que señalaren las Cortes. Los productos del Patrimonio Real. Los bienes, las alhajas y demás que adquieran los Señores Reyes con los ahorros y economías en sus gastos, una vez señalada su dotación. Los que hicieren suyos por testamentos, donaciones y demás títulos legítimos de adquirir el dominio.
Los principios del Derecho civil son los mismos para los Reyes que para los particulares cuando se trata de actos privados.

Real Casa de Campo. -La Comisión, después de examinar multitud de documentos, deduce:

1.º que siendo el Heredamiento de la Real Casa de Campo un Palacio Real accesorio al de Madrid, pertenece á los señores Reyes, como destinado para el recreo de sus personas.
2.º Que así el reino, como la villa de Madrid, acudieron con fondos para formar dicho heredamiento.
3.º Que una gran parte de él compuso un peculio peculiar y privado del Príncipe de Asturias, adquirido con caudales propios, habiéndose incorporado á la Corona con utilidad.
4.º Que los señores Reyes adquirieron, tanto la casa y bosque como sus agregaciones, por contratos libres de compra y venta hechos con las formalidades legales á los antiguos dueños; no habiendo habido por consiguiente violencia alguna, ni sufrido la propiedad privada sinrazón de parte del poder, como algunos han creído por no serles conocidos los documentos de que va hecho mérito.
5.º Que las expresiones contenidas en algunas escrituras de haberse comprado las fincas para los señores Reyes y sus sucesores en la Corona, ponen en claro su decidida voluntad de unirlas á ésta sin pretender formar parte de su peculio privado.

Corresponden al dominio de la Corona como bienes raíces:


1.° «El Real Palacio de Madrid, con sus dependencias contiguas, caballerizas, etc. Los jardines del Campo del Moro, el Soto ó bosque contiguo, con sus edificios y jardines, conocido por la Casa de Campo, y los jardines del Retiro y edificios comprendidos dentro de ellos.

Como ya hemos visto antes, hoy los terrenos de la Casa de Campo pertenecen a Patrimonio Nacional como Sitio Real que fue, pero por el decreto de cesión de 20-04-1931 y por Ley del 23-12-1948 están cedidos en usufructo perpetuo al Ayuntamiento de Madrid pero conservando la propiedad Patrimonio Nacional.


Registro de la Propiedad.

Las medidas actuales de la Casa de Campo podemos encontrarlas en el Registro de la Propiedad nº 25. Finca nº 2395 Folio 195. Tomo 977.

Y que históricamente han quedado registradas de la siguiente manera:

Inscripción   1ª:                 Real Casa de Campo.   Madrid 28 de mayo 1919.

Superficie 1747 htas. 15 áreas 54 ctas.   Linda:   por el Este con el camino antiguo de Castilla y al río Manzanares; por el Sur con la ctra. de Extremadura; por el Oeste con el camino de Pozuelo y los Meaques y por el Norte con el Monte del Pardo.

Con un valor de 3.500.000 pts. el Estado era dueño de esta finca, sin que se exprese su título de adquisición ni más circunstancias. 

Reunidos:

–              Andrés Godoy     Administrador Jefe por el Real Patrimonio

–              Santos Manget   Oficial interventor

–              José Ávila Secretario

–              Justo Francés Oficial

–              Anacleto S. Juan Ordenanza de la administración de la Real Casa de Campo:

Se hizo constar por medio de acta notarial de 6-2-1875 que Santos Manget como oficial en nombre del Estado hizo entrega de la finca descrita a Andrés Godoy administrador de la referida Real Casa de Campo en nombre del Real Patrimonio el cual recibe y se obliga a conservarla bajo su custodia y la de sus respectivos encargados.  Por tanto el Real Patrimonio inscribe a su favor la finca de este número tal como queda descrita en el acta expedida para intendencia el 17 de febrero de 1875 que fue presentada en este registro el 16-5-1919.

De esta finca se segregan las siguientes:

Tomo 1299. Folio 25. Finca 6746.

6.233,52 metros cuadrados que pasan al Estado el 19 de enero de 1950. Ministerio del Aire linderos S y E de la finca matriz.

Tomo 1299. Folio 184. Finca 6.772.

30.389 metros cuadrados que pasan al Consejo de Administración de Canalización del Manzanares el 4 de abril de 1950.

Tomo 1365. Folio 101. Finca 7255.

9.125,70 metros cuadrados que pasan al Estado Ministerio del Aire el 2 de junio de 1953.

Tomo 1473. Folio 21. Finca 8818.

80.000 metros cuadrados que pasan al estado el 13 de agosto de 1955.

Tomo 1629. Folio 76. Finca 11.171.

7.757,19 metros cuadrados al Hogar del Empleado el 8 de noviembre de 1957.

Tomo 944. Folio 121. Finca 20.840.

4.054 metros cuadrados a la Diócesis de Madrid-Alcalá el 2 de noviembre de 1965.

Todo lo anterior hace 137.559 m2.

Inscripción.  2ª- Rústica.  Real Casa de Campo.

La cabida pasa a ser de 17.321.017, 52 m2.

Madrid 26 de octubre de 1970.

Estos datos no corresponden totalmente con la realidad, ya que hay pellizcos, por llamarles de alguna forma, que han mermado la integridad de la Casa de Campo en lugares como la Carretera de Castilla a su paso por los Viveros y en toda su extensión desde lo que era la Puerta de Castilla hasta la de Aravaca. En la Avenida de Portugal sucede, que no sólo se adentraron en la construcción de la Avenida, sino que en diferentes obras en la parte próxima a la Puerta del Término, se han construido diferentes carreteras ocupando terrenos de la Casa de Campo, incluso construcciones privadas.

A la hora de fijar unos valores lo más aproximados posibles, se establecen las siguientes medidas:

 Superficie total de la Casa de Campo: 17.321.017, 52 m2.

En la declaración de B.I.C. se le dan: 16.981.140 m2. como superficie protegida.

Esta superficie se distribuye de la siguiente forma:

Por Cuarteles:

Cuartel de la Torrecilla: 4.732.056 m2

Cuartel de Rodajos: 3.839.807 m2

Cuartel de los Pinos: 2.755.918 m2

Cuartel de Cobatillas: 3.535.028 m2

Cuartel del Portillo: 2.458.208 m2

Lugares ocupados:

Club de Campo: 1.330.667 m2.

Recinto Ferial: 727.000 m2

Zoológico: 212.000 m2

Parque de Atracciones: 198.862 m2

Venta de El Batán: 97.000 m2

Antiguo Albergue: 23.000 m2

3 comentarios en “La Formación de la Casa de Campo

  1. Gran trabajo de investigación.Muchas gracias.Nos encantan sus artículos ,siempre nos aportan nuevos conocimientos.

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  2. Interesante historia de Casa de Campo de Madrid. Y dentro de esa historia nuestro Poeta Rubén Darío que hizo pareja con Francisca Sánchez de origen de Casa de Campo Madrid. España. Relación que dejo a un hijo para unir la historia de Nicaragua con España especialmente del lugar de Casa de Campo, Madrid.
    Teresa Picado. t_picado2001@yahoo.com Nicaragua

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