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El origen del nombre de este puente es haber existido en sus proximidades un batán.

Este Puente que cruza el Arroyo de los Meaques y cuya autoría desconocemos, pues se trata de uno de los Puentes más antiguos de la Casa de Campo y que ya se encontraba hecho cuando el Príncipe de Asturias Fernando adquiere estos terrenos, y compra la Casa del Batán. Su cometido histórico era dar paso al Camino de los Carabancheles a Aravaca.
El Puente del Batán tenía en origen tres arcos con dos apoyos con estribos y tajamares en el centro. En una riada en 1899, y después de una deficiente reconstrucción, pierde uno de los arcos laterales. El arco del centro es de tipo carpanel y el otro de medio punto y menor tamaño. Está construido en ladrillo visto y albardillas de granito en forma de tejadillo. Su aspecto original era más grácil y ligero, ya que la capa de cemento que lo cubre actualmente, oculta la textura primitiva y le aleja mucho de su aspecto original.

Durante la Guerra Civil sus tajamares se subieron sobrepasando su arco central como refuerzo para el paso de vehículos.

En la actualidad alguno, sin saber muy bien por qué, le nombran como Puente del Álamo Negro, hay que reivindicar su verdadero nombre, ya que es uno de los Puentes más importante y decir que el Puente del Álamo Negro estaba aguas más abajo y fue derribado definitivamente al construir el Zoológico.

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El puente está desubicado de su entorno natural debido a la construcción de la valla del Zoológico que ha encerrado el puente como si fuera un elemento sin valor.

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Este puente forma un conjunto que comienza con el Puente de la Culebra cuya excepcionalidad queda patente nada más verlo.