

El Pabellón de Lugo se incorporó a la II Feria Internacional del Campo en 1953, siendo de los más consolidados de la zona junto con los que le rodeaban.
Estaba situado entre los pabellones de Las Palmas y Tenerife, lo que sería el Pabellón de Canarias en la siguiente feria, y el de Alicante, en la Calle Principal de Provincias.
Era el típico pazo donde durante el tiempo que había entre feria y feria vivía una familia.
Hoy su lugar lo ocupa un huerto urbano.
Hay que reseñar que hasta 1959 las calles del Recinto Ferial no tuvieron nombre.