Fuente de San Pedro

No tener en cuenta los nombres que Google utiliza en su mapa.

VER SITUACIÓN EN Google Maps UTM 435160.71 m E – 4473139.97 m N. Estaba en el Camino de la Venta junto a la Ermita de San Pedro de Meaques.

La Fuente de la Ermita de San Pedro de Meaques

Por Rafael Pulido Fernández

A su fuente venían a beber los congregados y paseantes, hasta que un día, la fuente desapareció

Un día cualquiera de hace unos años, mi amigo Luis de Vicente me comentó, más como una anécdota que como un hecho, que en unas de sus conversaciones con el ceramista y catedrático de dibujo en la Escuela de Cerámica Moncloa José Manuel Sánchez Ríos, ya fallecido,  estuvieron hablando sobre la fuente ornamental que existe en la Colonia del Manzanares junto a la orilla del río y le aseguró que dicha fuente se había traído de la Casa de Campo, concretamente de las inmediaciones de la Ermita llamada ahora de San Pedro.

¿Será la misma fuente?

Esta conversación derivó en ir los dos a visitar la fuente, puesto que yo la recordaba de niño con una claridad que no hizo falta de más luz al verla; efectivamente esa fuente era la que yo guardaba en mi memoria.

Este trámite se repitió más adelante con nuestra amiga Matilde Verdú que por parecido motivo que yo, la recordaba de sus incursiones en la Casa de Campo.

¡Efectivamente, esa era la fuente!

A decir verdad, yo la recordaba más grande y con más chorros, pero su forma sinuosa y la abundante agua que dejaba escapar sin tregua era inolvidable.

Las fuentes para los niños que nos aventurábamos en verano por los caminos duros y terrizos de la Casa de Campo eran vitales, como un oasis en el desierto.

A partir de esos momentos entramos en investigar más a fondo la historia y vicisitudes de esa fuente de la que tan pocas cosas sabíamos, a veces un recuerdo no es suficiente, se necesitan pruebas más tangibles o visuales como las fotografías.


Yo en mi empeño por descifrar los orígenes de cada elemento de la Casa de Campo, tanto desaparecidos como presentes, tenía algunas referencias y una de ella me recordaba que la colocación de la fuente en la Casa de Campo se decidió en El Pleno del Ayuntamiento de Madrid del 4 de octubre de 1957.

Entonces se aprobó instalar una fuente en la Ermita de la Virgen de Julio, ahora Ermita de San Pedro de Meaques, por valor de 88.397 pesetas y la fuente según mis notas se inauguró en 1958.

Estos datos nos llevaron a la Hemeroteca Municipal de Conde Duque, donde fueron rarificados, pero solo ese detalle de la fuente y su coste.

De allí nos fuimos a la Junta Municipal de Moncloa, ya que ellos fueron los responsables de la colocación de la fuente en la Ribera del Manzanares, para solicitar la información que diera con el origen de la fuente.

Hoy, un tiempo razonable después, la Junta Municipal sigue en silencio administrativo. No saben, no contestan.

Durante este lapsus de tiempo, con nuestros medios, hemos tratado de difundir la existencia de la fuente, cuando estaba en la Casa de Campo por si alguien en los casi veinticinco años que estuvo a la vera de la Ermita de San Pedro se había hecho una fotografía bebiendo o simplemente utilizando la fuente como fondo de un posado.

Fue inútil la búsqueda, parecía que la fuente era una alucinación que nunca había existido.

Ahora, confinado como vosotros por el corona-virus, con el mismo tiempo que antes, pero con más reducidos horizontes, me propuse ordenar, no solo lo material de mis archivos, sino lo inmaterial, esas miles de fotos compuestas de pixeles que guardo en simbólicas carpetas que a su vez forman parte de otro conjunto de elementos en un intricado laberinto que a veces, por casualidad y buscando otra cosa, nos aparecen por sorpresa y se hacen nuevas, fotografías que solo estaban perdidas.

Así apareció esta foto que hoy sé incluso quién la hizo. Después, y como suele suceder apareció otra más y las dos vinieron a confirmar que aquella conversación de Luis de Vicente con Sánchez Ríos, no fue un ensueño que nos empujó a una inútil búsqueda.

Os aseguro que solo he encontrado referencias a la fuente en el trabajo sobre la Casa de Campo de Manuel Herrero Palacios, Madrid Espasa Calpe S.A. 1978.

En su relación de Fuentes: “Las de La glorieta de los Caños, Glorieta de Siete Hermanas y Ermita completan nuestro recorrido sobre la localización de las fuentes”.

Luego más adelante la Hemeroteca Municipal publicó un folleto de las Fiestas de Carabanchel que todos podéis bajaros de internet. Allí en un alarde profético, pero muy interesante para mí, se hablaba de la fuente que se iba a inaugurar ese julio de 1956.

Así lo decía el programa:

“El agua tampoco querrá faltar a la Romería de 1956. Se inaugurará una fuente, que pondrá la clara y fresca agua madrileña a nuestro alcance, mitigando el calor de julio y la sed material de millares de romeros”.

Y de paso nombraba al autor de la fuente: “la labor entusiasta de nuestro Ingeniero D. Ricardo Alonso Misol—autor, valga la expresión de la artística fuente—, que con D. Víctor D’Ors, Arquitecto de la bella ermita, vivirán con nosotros la jornada de fiesta”

En esta fotografía aérea de la zona podemos ver la fuente en el lugar que estuvo

Naturalmente que el ingenuo que redactó este anticipo de las fiestas, no sabía cómo se las gastaba la administración, la de antes y la de ahora, en esto no hay diferencias, porque somos los mismos seres humanos, la evolución es lenta y seria contradecir a Darwin si en tan corto periodo de tiempo se produjera una mutación de tal categoría.

Pues bien, tuvieron que pasar dos años para que los romeros vieran saciada su sed con la clara y fresca agua madrileña.

Y de paso nombraba al autor de la fuente: “la labor entusiasta de nuestro Ingeniero D. Ricardo Alonso Misol—autor, valga la expresión de la artística fuente—, que con D. Víctor D’Ors, Arquitecto de la bella ermita, vivirán con nosotros la jornada de fiesta”

Naturalmente que el ingenuo que redactó este anticipo de las fiestas, no sabía cómo se las gastaba la administración, la de antes y la de ahora, en esto no hay diferencias, porque somos los mismos seres humanos, la evolución es lenta y seria contradecir a Darwin si en tan corto periodo de tiempo se produjera una mutación de tal categoría.

Pues bien, tuvieron que pasar dos años para que los romeros vieran saciada su sed con la clara y fresca agua madrileña.

No fue, como dije antes, hasta 1958 cuando se dio por finalizada la obra del Ingeniero Ricardo Alonso Misol y que como vemos se inspiró en la ermita de Víctor D’Ors para rematar las bolas herrerianas que luego, quién sabe por qué se suprimió este añadido al trasladar la fuente.

De cómo terminó la fuente de la Ermita de San Pedro en la ribera del Manzanares quizá alguna vez aparezcan documentos que saquen a la luz los motivos de tan habitual traslado de fuentes. O quizá lo resuelva un experto como Alberto Tellería interesado en unir a su colección de fuentes trasladadas una más.

Eran otros tiempos, cuando el bullicio de las romerías llenaba de personal la Ermita de San Pedro de Meaques


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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