Francisco de Vargas y Medina

GENEALOGÍA DE LOS VARGAS QUE FUERON DUEÑOS DE LA CASA DE CAMPO.


La Casa de Campo pertenecía a Don Francisco de Vargas y Medina que murió en 1524, y a Doña Inés de Carvajal su esposa que murió en 1518.

Estos datos están sacados de sus tumbas en la Capilla del Obispo de Madrid a los lados del Altar Mayor. El del lado del Evangelio dice:

AQUI ESTA EL MUY MAGNIFICO SEÑOR LIC. FRANCISCO DE VARGAS, PARTIO DE ESTA PEREGRINACION CON LA ESPERANZA CATOLICA, QUE DEBIO ESPERAR LA RESURECCION DE SU CUERPO. Y AQUI FUE DEPOSITADO HASTA EL JUICIO FINAL. AÑO DE MDXXIV.

Y el de la Epístola: AQUI ESTA SEPULTADA LA MUY MAGNIFICA SEÑORA DOÑA INES DE CARABAJAL, MUGER QUE FUE DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR LIC. FRANCISCO DE VARGAS. PARTIO DE ESTA PEREGRINACION CON LA ESPERANZA CATOLICA, QUE DEBIO ESPERAR LA RESURECCION DE SU CUERPO, QUE AQUI FUE DEPOSITADO HASTA EL JUICIO FINAL AÑO DEL SEÑOR DE MDXVIII.

Y del libro de Joseph Antonio Álvarez y Baena, Madrid, MDCCXC, Tomo Segundo. Tomamos esta biografía del primero de los Vargas que tuvo relevancia y fue el dueño de la Casa de Campo:

FRANCISCO DE VARGAS Y MEDINA (Lic.), nació hijo de Diego de Vargas y de Doña María Alfonsa de Medina y Velasco, Señores de la Casa principal de los Vargas de Madrid. En 6 de mayo de 1484 entró por Colegial en el de Santa Cruz de Valladolid, de donde salió para Corregidor de Guipúzcoa. Fue muy privado de los Señores Reyes Católicos y del Emperador su nieto, que le hicieron de los Consejos de Hacienda, Real de Castilla y su Cámara, y del de Estado, Tesorero General, Canciller de Castilla, Confirmador de Privilegios, Alcayde de Truxillo, de Marbella y de Marpequeña, de suerte que tuvo más de treinta oficios en la Casa Real. El Rey Católico tenía tanta satisfacción de su persona y letras, que no sucedía caso alguno, por secreto y dificultoso que fuese de averiguar, que no le remitiese al Licenciado Francisco de Vargas, de que resultó quedar por refrán en Castilla el decir en materias dudosas y obscuras: “Averígüelo Vargas”. Asistió en Madrigalejos cuando murió el Rey Don Fernando año de 1516, y acompañó su cuerpo hasta Granada. En el de 1520 le nombró el Emperador por uno de los Gobernadores del Reyno, mientras S.M. pasaba a Alemania, en cuyo gobierno padeció mucho con las comunidades que se levantaron, hasta llegar a prender a los Gobernadores en Valladolid, excepto algunos que huyeron, de cuyo número fue Vargas, que se entró en San Benito el Real, de donde salió por las necesarias del Convento con el Condestable Don Iñigo de Velasco, quien en carta que escribió al César, en 30 de noviembre, dice estas palabras:

El Licenciado Vargas vino aquí ayer; con tenelle conmigo pienso que lo tengo todo: que fuere de mí, será de él. Estos y otros muchos trabajos padeció porque no pereciese la Justicia en el Reyno; y los Comuneros le entraron y saquearon sus casas de Madrid, llevándose de ellas grandísimo número de Escopetas, Espingardas, Ballestas, Dardos. Picas y 400 Coseletes con otras cosas de harta grandeza.

Estos servicios le granjearon la estimación del Emperador Don Carlos, de suerte que no le pedía cosa que no le concediese, como se vio en su hijo Don Gutiérrez de Vargas, al cual siendo niño le concedió la Abadía de Santa Leocadia, escribiendo y rogando por carta de 15 de abril de 1519 al Cabildo y Maestrescuela de la Santa Iglesia de Toledo, que no tuviesen dificultad en admitirle. Fue suya la Casa del Campo que le compró el mismo Emperador, y entrando después en ella el Rey Felipe II, (la Casa de Campo nunca fue del Emperador Carlos V). Le preguntó un Grande a Felipe II para qué estaban allí las armas de los Vargas, y respondió S.M.:

Dexallas, que las que son de vasallos tan leales bien parecen en la Casa de los Reyes.

En 1510 reedificó la Capilla de su Casa en el Convento de San Francisco de Madrid, y en la Parroquia de San Andres dio principio a la Capilla, que hoy llaman del Obispo, pero habiendo fallecido el año de 1524, la concluyó su hijo Don Gutiérrez de Vargas, Obispo de Plasencia. En esta Capilla están enterrados el Licenciado Vargas y su esposa Doña Ines de Carabajal, natural de Plasencia, con sus bustos de alabastro.

Cenotafios de alabastro de Francisco de Vargas e Inés Carvajal, emplazados a ambos lados del presbiterio. Son obra de Francisco Giralte, quien tardó cuatro años en su ejecución (1547-1550)

ESCUDO DE LOS VARGAS

Genealogía:

Don Francisco de Vargas y Medina se casó con Doña Inés de Carvajal hija de Don Gutiérrez de Carvajal y Doña Catalina de Camargo y tuvieron siete hijos: Don Diego de Vargas, que los heredó, Don Gutiérrez de Vargas Carvajal obispo de Plasencia, Don Francisco de Camargo gentil hombre de Carlos V, Don Juan de Vargas Oydor de Valladolid, Doña Catalina de Vargas dama de la Reina Católica, Doña Leonor de Vargas y Doña María de Vargas.

Dejaron fundados dos grandes mayorazgos, uno para su hijo mayor Don Diego de Vargas, donde se incorporó y vinculó unas casas y huertas con ciertas tierras árboles agua estable y manante que todo ello se dice la casa y huerta del campo que está en el término y jurisdicción de la villa cerca del rio de ella y continua en una parte con el Camino que va al lugar de Aravaca de otra parte con el camino que va a Pozuelo Aravaca… (a esta casa Felipe II llamaría la Casa del Campo), y otro mayorazgo para Don Francisco Camargo.

Don Diego de Vargas se casó con Doña Ana de Moncada y tuvieron a Don Fadrique de Vargas que casaría con Doña Antonia Manrique de Valencia (esta sería la última dueña de la Casa del Campo); Doña Antonia era hija de Doña Leonor de Zuñiga y Don Jorge Manrique, y fue IV Señora de Fuente-Guínaldo, Villatoquite, Revenga, VilIarmentero, y San Vidente del Barco y de la Casa de Valencia. Por falta de sucesión varonil del mariscal Don Jorge Manrique perteneció a esta señora su mayorazgo al que se agregó después el de la Casa de Valencia por el fallecimiento de Doña Antonia de Valencia su abuela.

En 1536 Doña Antonia Manrique de Valencia ya estaba casada con Don Fadrique de Vargas señor de esta Casa en Madrid, Caballero de la Orden de Santiago.

Doña Antonia Manrique de Valencia y Don Fadrique de Vargas tuvieron cuatro hijos: Francisco de Vargas Manrique, Jorge Manrique, Diego de Vargas Manrique y Gutiérrez de Vargas Manrique.

No sabemos el año en que murió Don Fadrique de Vargas aunque sabemos por algún documento que en 1557 ya estaba muerto.

En agosto de 1561 Don Rodrigo de Vargas vende, como gestor de la familia Vargas, lo que ahora llamamos la Casa de Campo a Felipe II, cuando Don Fadrique de Vargas ya había muerto y Doña Antonia Manrique de Valencia era curadora (tutora) de su hijo Don Francisco de Vargas Manrique heredero de la Casa de Campo.

Don Francisco de Vargas Manrique de Valencia sucedió en “las Casas” a sus padres, fue Mariscar de Castilla, Señor de Fuente-Guinaldo, Villatoquite, San Vicente del Barco, Villamentero y Revenga, Mayorazgo de Valencia y Vargas. Felipe II le nombró Cuatralbo de las Galeras de España. Se casó tres veces; con Doña María de Guzmán con la que no tuvo hijos, con Doña Beatriz de Guzmán de ella tuvo un hijo Don Fadrique Manrique que murió de niño. Y por último se casó con Doña Francisca Chacón con la que tuvo cuatro hijos: Don Fadrique Vargas, Don Francisco Vargas que murió joven, Doña Antonia Vargas y Aldonza Vargas que fue monja en Toledo.

JURO

En el juro de la venta de la Casa del Campo se refleja que el 26 de marzo de 1587 que Don Francisco de Vargas Manrique había fallecido y le había heredado su hijo Don Fadrique de Vargas Manrique de Valencia.

Don Fadrique de Vargas Manrique de Valencia es el beneficiario del privilegio de juro que se actualiza y redacta de nuevo el 7 de junio de 1592, rompiéndose en ese acto el anterior. Hay que señalar que Fadrique de Vargas Manrique ya había muerto cuando se redacta este privilegio y así es recogido en el propio documento.

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