Cementerio de Empleados

No tener en cuenta los nombres que Google utiliza en su mapa.

VER SITUACIÓN EN Google Maps UTM 437149.13 m E – 4474793.28 m N. Sus ruinas se conservan en el Cerro de la Media Luna, La Plaza del Picadero cruzada por el Camino del Cementerio hoy Camino de los Pinos.

Según una Real Cédula del 3 de abril de 1787 se establece la prohibición de enterrar en iglesias y monasterios, con excepción de monarcas y personal religioso, y para ello se deberá construir cementerios en las afueras de las poblaciones.

Aprovechando algunas ermitas de las afueras de Madrid se hicieron algunos cementerios junto a ellas.

Carlos III da ejemplo en la Casa de Campo mandando construir a Sabatini en 1784, un cementerio para empleados.

La Casa de Campo ya tenía un cementerio, el de Rodajos, que estaba adosado a la capilla de Rodajos. De pequeño tamaño y del que no se sabe si era sólo para empleados o para los religiosos que vivían en la finca, ya que no tenemos registros de ese cementerio.

En los dos cementerios interviene el arquitecto Francisco de Sabatini. En el de Rodajos hace obras de reparación en 1784.

Del segundo cementerio el llamado de Empleados, tenemos más información, fue proyectado y ejecutado por Francisco Sabatini, como anexo a la parroquia de la Inmaculada Concepción y San Carlos Borromeo.

En el Archivo General de Palacio se encuentra el presupuesto del proyecto de la iglesia de la Torrecilla que presenta Sabatini en 1784. En la lista de materiales y coste que tendrá la Iglesia parroquial, ya se incluye el campo santo que se ha de ejecutar en la inmediación de la Torrecilla.

En su momento el conjunto del Cementerio tuvo dos cuerpos, uno techado que hacía las veces de capilla y palomar y otro abierto que era el campo santo.

En 1788 se produce el primer entierro, luego será paulatinamente abandonado hasta mostrar en 1874 un aspecto desastroso;

“le falta la puerta de entrada y la de la capilla que ya se ha convertido en un pajar, aunque aún haya restos de los empleados”.

El primer registro de defunción y enterramiento se produce el 29 de noviembre de 1788, correspondiendo a Manuel Sardal «de nueve años, poco más o menos», así lo pone en el registro, que había fallecido el día anterior.

En abril de 1864 se produce el último enterramiento y la capilla se convierte, definitivamente, en palomar.

Se da la paradoja que la Iglesia no había bendecido el Cementerio de la Casa de Campo y esta bendición se produjo cuarenta años después:

«Bendición del Cementerio que de Orden de S.M. (que Dios guarde) se hizo en esta Real posesión, de la Real Casa de Campo de las dos Parroquias en diez y nueve días del mes de agosto del año de mil ochocientos veinte y ocho».

Como curiosidad diremos que hubo un proyecto importante para construir un gran cementerio en los terrenos de la Casa de Campo.

El proyecto del 12 de octubre de 1868 pretendía construir un cementerio nuevo para Madrid en la Casa de Campo, iba a estar en el Cuartel de Rodajos, lindando con la carretera de Extremadura y llegando a lo que hoy es el zoológico. Sin embargo no llegó a construirse a pesar de que se había decretado que el 1 de enero de 1869 se cerrarían todos los cementerios situados en la margen izquierda del río Manzanares para cambiarse al nuevo.

En 1885 la Capilla del Cementerio, servía de polvorín, donde se conservaban algunos kilogramos de pólvora…