Su nombre le viene dado por el Arroyo de las Platas que es el arroyo que pasa bajo sus arcos. Arroyo que nace en el Cerro de las Platas.

Esta reja forma parte de un conjunto de Rejas muy próximas entre si.
Esta reja se debe al maestro de obras Gerónimo de Albaro en 1766. Construidas con arcos en ladrillo rojizo. De los arcos sólo se ve la parte superior, ya que el terreno ha subido de nivel cerca de un metro. En este lugar precisamente la tapia original cedió al poco tiempo de construirse, posiblemente fue entonces cuando se ampliaron el número de arcos y el grosor de la tapia.

En el año 2015 junto con otro colectivo y Carlos Buchó Merino solicitamos la restauración de este conjunto de rejas y tapia.

Ahora en cierto modo nos sentimos culpables de una actuación bastante discutible. Quizá haya que esperar a que recupere de nuevo la pátina del tiempo.

En la actualidad vemos una serie de arcos cegados que en su momento tuvieron su reja. Esto quedó al descubierto en la restauración del año 2020.

La valla en la zona de las rejas asciende y desciende y se descubre por la huella en las albardillas que posiblemente hubo algún adorno en estas rejas que ha desaparecido. También los restos de piedras de granito y una pequeña presa, denotan que el curso del Arroyo de las Platas fue canalizado y desviado de su curso original, cuando interesaba.

Esta especie de pilón fue utilizado como lavadero, debido a su menor caudal que el Arroyo de Antequina del que es afluente.

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Si duda la visita a esta reja conlleva ver todo el conjunto.