Una tortuga fósil gigante

En la Casa de Campo se descubrió «el primer fósil» de tortuga gigante de hace más de dos millones de años la Testudo bolivari.
 
 
 
Así aparecía en la prensa:
La Correspondencia de España. 2/8/1872.
 
En el terreno terciario de la Casa de Campo, y en el arroyo llamado de los Meaques, (junto al Lago) acaba de descubrirse una tortuga fósil de dimensiones colosales, y como no se conoce en ningún museo de Europa. El descubrimiento se debe a don Ignacio Bolívar, joven naturalista é individuo de la sociedad Española de Historia natural, que ha inaugurado con tan fausto suceso sus tareas. Cuando este curioso fósil ofrezca las condiciones apetecidas, se dará á conocer de la manera científica que merece.
 
Ignacio Bolívar corrige enseguida la noticia dando el descubrimiento al naturalista valenciano Eduardo Boscá Casanoves (1843-1924), este gesto de Bolívar hará que los dos sean íntimos amigos desde ese momento, llegando a trabajar juntos.
 
La paradoja era que ninguno de los dos fue el primero en descubrir tan importante hallazgo ya que Casiano de Prado (1797-1866) lo había hecho dos años antes de su muerte en 1864.
 
Pero en 1920 los paleontólogos Eduardo Hernández-Pacheco y José Royo Gómez la llamaron Testudo bolivari, en homenaje a Ignacio Bolívar.
 
Lo que no se debe olvidar es la persona que descubrió este ejemplar en la Casa de Campo de Madrid en 1872, el madrileño Ignacio Bolivar Urrutia (1850-1944).
 
Los que somos entomólogos naturalmente sabemos quien era; no solo el mejor especialista en ortópteros (saltamontes) de España, sino uno de los mejores del mundo. Centenares de especies que hoy forman parte del gran catálogo de la biodiversidad mundial fueron descritas por Bolívar y su apellido está presente en infinidad de especies.
 
Fue nombrado Director del Museo de Ciencias Naturales de Madrid en 1901.
 
Ignacio Bolívar como naturalista estuvo muy ligado a la Casa de Campo durante la II República, colaboró tanto él como su hijo Cándido, en infinidad de trabajos referentes a las plagas de insectos que afectaban a los árboles.
Observando la Testudo bolivari José Royo Gómez a la izquierda, Eduardo Hernández Pacheco al fondo y Francisco Molina

Deja un comentario