Farolas en la Feria del Campo

Primeras farolas (I Feria Nacional del Campo 1950)

• Diseño convencional: tubo vertical de fibrocemento (15 cm de diámetro, 4 m de altura).
• Remate metálico: cesto cubierto con disco cónico.
• Ubicación original: calles de la parte antigua.
• Algunas aún se conservan en la Escuela de Industrias Lácteas.

Farolas de la (II Feria Internacional del Campo, 1953)

• Diseñadas por Francisco Cabrero y Jaime Ruiz.
• Estilo moderno, alejándose de las clásicas farolas de fundición.
• Estructura: dos triángulos metálicos entrecruzados y caja cúbica para la bombilla.
• Altura: 7 metros, apoyadas sobre dados de hormigón enterrados.
• Ya no se conservan ejemplares originales.

Reinterpretación contemporánea (2022)

• Nuevas farolas instaladas en el aparcamiento del Pabellón de Convenciones imitando el diseño de 1952.
• Por deseo del arquitecto José de Coca Leicher.
• Consideradas un acierto por recuperar el diseño histórico.

El primer tipo de farolas que se realizó para la I Feria Nacional del Campo, eran unas farolas de diseño convencional que consistía en un tubo vertical de fibrocemento de 15 cm. de diámetro y 4 m de altura, coronado por un cesto cubierto con un disco cónico, ambos de metal. Originariamente se dispusieron a lo largo de las calles de la parte antigua. En la actualidad se conservan algunas en la Escuela de Industrias Lácteas.

Las farolas de la II Feria Internacional del Campo de las que ya no se conservan ejemplares, fueron diseñadas por los arquitectos Francisco Cabrero y Jaime Ruiz en el año 1952. De un original diseño moderno, huye según los autores de «las clásicas farolas de fundición y resultan más en consonancia con el ambiente de la Feria».

Consisten en dos estructuras triangulares entrecruzadas de gran sencillez, hechas de tubo metálico y una caja cúbica donde se aloja la bombilla. Alcanzan una altura de 7 metros y se apoyan entre puntos sobre unos dados de hormigón enterrados. En 2022 se empezaron a colocar nuevas farolas imitando este diseño, un gran acierto que seguramente se debe al arquitecto José de Coca Leicher.