La Casa de Campo «familiar»

Capítulo I – Los Austrias

El capítulo I y II tienen un recorrido por los lugares donde sucedieron los hechos.

Es conveniente que los padres o profesores visualicen antes el contenido,

Felipe II hablando con su padre Carlos V

Hace más de cuatrocientos años que el rey más poderoso del mundo quería un jardín para su palacio.

Este rey llevaba el nombre de Felipe, al igual que nuestro actual monarca. Estaba casado con una joven francesa llamada Isabel a quien le encantaba el Palacio de Madrid y soñaba con el hermoso jardín que podrían tener si adquirían la Casa de Campo.

Madrid era entonces una ciudad tranquila con 15.000 habitantes que hoy no llenarían ni una grada de un campo de futbol.

Isabel viendo la Casa de Campo

Cuando lograron adquirir la Casa de Campo, la alegría que sintieron fue indescriptible. Estaban emocionados por su cercanía al Palacio Real y por la posibilidad de hacer realidad el jardín que tanto anhelaban.


El rey tuvo que mandar hacer reformas en la Casa de Campo y para ello contrató a los mejores albañiles, pintores, y sobre todo jardineros.

Con lo que Felipe II pagó por la Casa de Campo hoy no podríamos comprar ni un teléfono móvil.

Lo más importante para la pareja real era el jardín y las fuentes.

Mandó hacer unas habitaciones donde se gastaban bromas a los que entraban en ellas, grifos escondidos por todas partes mojaban a los visitantes, por eso se les llamaba la Galería de las Burlas.

Así está ahora aquella casa que compró Felipe II

También tuvo que comprar más terreno para construir en el jardín varios estanques para peces y que sirvieran de piscina para bañarse en verano.

Aprovechó un lago natural que ya existía en ese lugar para mandar hacer 4 estanques.

Aún se conserva uno de aquellos estanques que hoy conocemos como El Lago

En el Capítulo II encontrarás la visita a los lugares de los que os hablo.

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