

El 6 de julio de 1772 Francisco Sabatini y José de la Ballina dan:
“cuenta y razón de los jornales y materiales que se han producido en la construcción de un pozo en el Real Bosque de la Casa de Campo, delante de las dos casas nuevas que se han ejecutado para el sobreguarda y guarda de la Puerta de Rodajos”. Archivo General de Palacio.
El pozo estaba dentro de una caseta que aún se conservaba antes de la Guerra Civil de 1936-39, sus aguas era un tanto salobres aunque Horacio Bentabol las clasificó de potables y ferruginosas:
En el Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España de 1906, el ingeniero Horacio Bentabol y Ureta dice: “Pozo de Rodajos: “Está dentro de una casilla, cerrada con puerta y llave, cerca del camino y de la puerta, frente al cuartel de la Guardia Civil, y tiene 12 metros hasta el agua, que es abundante, potables y algo ferruginosa”.
Esta es la referencia al Pozo de Rodajos, pero en la Casa de Campo había una cantidad considerable de pozos, hoy en día no queda ninguno de los históricos, los pozos rara vez se dibujaban en los mapas.
Vamos a hablar de otros pozos tomando como referencia el trabajo de Manuel Álvarez Naya y José de Lorite Kramer “Plan de utilización y aprovechamiento de la Casa de Campo” del año 1931 publicado en 1933 se dice que:
“Existen además en la posesión seis pozos de agua: uno salobre, situado frente al Cuartel de la Guardia civil de Rodajos, y los demás, uno en la Puerta del Río, otro en la de Castilla, otro en la Casa de Vacas y dos en el cuartel de los Pinos”.
En 1866 también se contabilizaron 6 pozos.
Ya hemos nombrado el de Rodajos, a continuación se nos dice que hubo uno en la Puerta del Río del que no tenemos ninguna información ni sabemos exactamente dónde estaba situado.
Pozo en la Puerta de Castilla, de este pozo tenemos reseña, estaba cercano a la antigua Puerta de Castilla y en el Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España de 1906, el ingeniero Horacio Bentabol y Ureta dice: “Pozo de la Puerta de Castilla: 112 metros al oeste de la tapia y 75 al norte del ferrocarril, tiene agua potable, algo gorda, muy abundante, a la profundidad de 3,60 metros, o sea próximamente al nivel del Manzanares”.
Pozo de la Casa de Vacas, en 1933 Manuel Álvarez Naya y José de Lorite Kramer dicen: “Casa de Vacas, en el cuartel de Casa Quemada, inmediata al edificio cuyo nombre toma, tiene una mina vestida desde la vertiente hasta un pozo que se halla detrás de dicho edificio, donde se halla la arqueta de depósito; surte los abrevaderos existentes frente a ella”.
Pozo de los Pinos, posiblemente el pozo mejor documentado junto con el de Rodajos. Estaba situado al sur de la Casa de los Pinos pegada al Arroyo del Pozo un afluente del Arroyo de la Zarza. Conocido como El Pocillo o Pozo de Húmera. En el Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España de 1906, el ingeniero Horacio Bentabol y Ureta dice:
“Pozo de los Pinos: situado a 80 metros al suroeste de la casa del mismo nombre y 50 de la tapia. Está cubierto y tiene 18,50 metros de hondo, siendo el agua potable y abundante”.
Pozos de Valdeza, se citan: En el trabajo de Manuel Álvarez Naya y José de Lorite Kramer “Plan de utilización y aprovechamiento de la Casa de Campo” del año 1931 publicado en 1933 al describir el Cuartel de la Torrecilla se nombra: “Pozos de Valdeza”.
Pozo del Batán. También sabemos que hubo un pozo en el Batán por las escrituras.
Ya hemos dicho repetidamente que el agua en la Casa de Campo era y es esencial por eso en unas conferencias sobre «El problema del agua en Madrid», celebradas en febrero y marzo de 1956 en las que, aparte de otros expertos, interviene el ingeniero de caminos José María Gutiérrez Pajares que era Ingeniero Municipal del Ayuntamiento de Madrid. De aquellas charlas surge un compromiso de dotar de agua suficiente a la Casa de Campo.
Tres años después en 1959, José María Gutiérrez Pajares junto con José María Cano Rodríguez presentan el «Proyecto de obras de capuertación y elevación de aguas subterráneas en la Casa de Campo. Pozo de capuertación de aguas«.
El 30 de junio de 1960 se aprueba una certificación, expedida por la Dirección de Obras Sanitarias a favor de Pilotajes y Sondeos (S. A.), a cuenta de un crédito aprobado para las obras de captación y elevación de aguas en la Casa de Campo (primera etapa); debiendo ser cargo su importe total, de 350.170,30 pesetas, a la partida 81 del vigente presupuesto de Urbanismo.
Y el 5 de agosto de 1960 el Pleno del Ayuntamiento se comunica que de acuerdo con los informes del Ingeniero José María Gutiérrez Pajares se están haciendo aceleradamente obras para dotar de agua a nuevas fuentes de la Casa de Campo a través de pozos que en algunos casos se llegará hasta los 40 metros de profundidad. El resultado no fue todo lo que se esperaba; al final se concretó en algunos pozos que aún se conservan, como el cercano a Glorieta de los Caños o el de el Robledal. Este último daría lugar a la Fuente de los Tres Caños.
Algunos pozos que aún se conservan en la Casa de Campo


Pozo de la Glorieta del Ruiseñor que capta sus aguas de una mina que antes se utilizaba para dar cauce a la Fuente del Príncipe.
