
¿Por qué la Casa de Campo?
La Casa de Campo no es un lugar cualquiera. Es un territorio de asombro, ocupado -como toda belleza- por una multitud de admiradores. Estamos aquí porque nos atrae la contienda difícil, aquella donde no se sabe si se vencerá. Estamos hechos de dificultad, de lucha silenciosa, de una constancia que no admite alternativa.

La Casa de Campo es experiencia, reencuentro con lo ya visto, donde las hojas caen sin ruido cuando cruzas la vereda. Ni el calor de agosto ni el frio templado de octubre detienen al viajero que medita sobre el tiempo y la insignificancia del instante frente a lo milenario.
Esto es el comienzo
Hoy 1 de octubre de 2025 empieza la recuperación de la Fuente de Húmera.


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Todo llega
Hace años (2010) que presentamos un escrito para la recuperación de la Fuente de Húmera, con el propósito de devolver los valores constructivos e históricos a la Casa de Campo.
Si no conocéis su historia, os remito a la entrada Fuente de Húmera, donde podréis comprobar su valor popular y la historia que encierra.
En 2022 se iniciaron los trámites para su restauración. Se llevaron a cabo los preceptivos pasos para presentar la solicitud a Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
En marzo de 2025 se iban a iniciar los trabajos arqueológicos (excavación) por parte del arqueólogo Manuel Silvestre para dar paso a su restauración
Esta obra de recuperación va a tener mucha aceptación ya que lleva aparejada una adaptación del entorno alrededor de la fuente.
Crónica de una fuente mágica




La Fuente de Húmera

A la margen de un camino que serpentea desde el Barranco de las Ánimas -como los senderos de Machado, que se enturbian y desaparecen- surge la revelación. No hay experiencia igual, ni cielo repetido, ni meta previsible. Todo nace al arrastre de la excavadora: se deshace el envoltorio, se busca el terreno primitivo y comienza la aventura.


El viajero solitario, que solo quería estar un instante, queda atrapado por las formas grandiosas que emergen a cada palada. Las insinuaciones de una fuente que manaba fresca desde un manantial lejano y profundo. La fuente desprende sombras poderosas que conmueven, mientras las moscas perturban los labios, la cara, la paciencia.


Dos árboles inclinados se estremecen al contacto de la máquina. El polvo amaina suavemente y, entre su niebla, se dibuja esbelto un frontal de ladrillo.

La forma de unos ladrillos, unas piedras de granito, un grifo oxidado: todo evoca un manantial. No hace falta saber su nombre, para calmar la sed. Pero… ¡Qué alegría nombrarla! Decir “Fuente de Húmera”


La Casa de Campo, con los ojos abiertos, contempla a la recién nacida. La fuente espera el apretón de manos de los contendientes. Porque la sed del que investiga nunca se sacia.
Cae la tarde. Las sombras se abrazan, palidecen los colores, nuevos sonidos despiertan. Los caminos se encogen, la piel se estremece de frescor, y los temores envuelven un lugar que ya no es el mismo.

No somos nada sin la luz y menos sin agua. No somos nada con miedo. De ello se aprovecha y nos asusta: la hoja que cruje, el pájaro que emprende el vuelo, el rumor del viento que agita los brazos de las ramas.

La fuente sigue ahí, retornada del olvido, esperando quizá, paciente, la acuarela clara y el trazo idílico de Antonio Lobo.

Mientras… nosotros, los demás, incapaces de no pensar, imaginamos lo inimaginable. Vemos cosas sorprendentes como un fantasma atrapado pidiendo ser liberado.
Ver también : Un Batán para la Casa de Campo.


Hola Rafael, soy Belén de Marcos, redactora de Madrid Local en 20minutos. Me gustaría hacer un reportaje sobre el tema y poder incluir tu testimonio y conocimientos. ¿Podrías ponerte en contacto conmigo?
Gracias por adelantado.
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